Con los acordes de dos guitarras, los familiares de las 154 víctimas del vuelo de Spanair que se estrelló hace ayer dos años en Barajas les rindieron un emotivo homenaje en el lugar del accidente. Estos familiares recordaron a sus seres queridos entre quejas por el abandono que dicen sufrir por parte de las instituciones y críticas a la actuación de la Fiscalía en la investigación judicial.
"Tras el desfile de autoridades, una semana después estábamos solos. Se nos metió el frío en el alma pero, a pesar de ello, seguimos peleando", comentó Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Afectados. Otro de sus compañeros llamó "figurante" al fiscal del caso, porque en el último año sólo ha presentado un escrito al juez que investiga el siniestro. Los afectados también han criticado la actuación del Ministerio de Justicia, sobre todo por la falta de medios técnicos del juzgado que instruye la causa, en la que hay más de 70 partes personadas, lo que está ralentizando el proceso. Sobre la marcha de las investigaciones, los afectados se mostraron convencidos de que "el accidente ni empezó ni terminó con un error de los pilotos". "Son fallos humanos, dentro y fuera del avión, antes, durante y después de la tragedia", sentenció Vera. En la misma línea, Luis Rey, otro de los integrantes de la asociación, que perdió a cuatro familiares en el siniestro, aseguró emocionado que exigen justicia, "no indemnizaciones".
Tras estas declaraciones, los familiares de las víctimas del vuelo JK5022 subieron a un autobús que les condujo al lugar exacto en el que se produjo el suceso en 2008. Allí, el silencio y el llanto sin consuelo de las familias, acompañados por la música de dos guitarras, sirvieron de homenaje y recuerdo a quienes perdieron la vida en la tragedia.
Mientras algunos dejaron fotos de los fallecidos sin poder evitar las lágrimas, los familiares depositaron un corazón formado por 154 rosas blancas por todas las víctimas del accidente y 31 ramos con cinco flores cada uno, por los asientos de cada una de las filas del avión accidentado.
Asimismo, el capellán del aeropuerto, el padre Alberto, dedicó unas palabras a "los que se marcharon hace dos años" y quiso consolar a los familiares asegurando que los empleados que participaron en la labores de rescate "se esforzaron con gran esmero, gran respeto y mucho dolor" y que las víctimas fueron tratadas "lo mejor posible".
En las islas. En Las Palmas de Gran Canaria también se vivió un emotivo homenaje, en el que se inauguró una escultura en forma de gran cubo de acero que recuerda a los ausentes. Igualmente, en Madrid se presentó el proyecto de monumento en memoria de las víctimas, que dentro de unos meses se instalará en el parque Juan Carlos I. Este mausoleo representará el timón de cola del avión. "En algún lugar... siempre en nuestros corazones" será la leyenda que figurará en el futuro monumento madrileño. A lo que la delegada de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa, añadió que éste será "un símbolo firme y sólido que mantendrá vivas sus historias".