Latinoamérica saludó el triunfo del ex obispo católico Fernando Lugo en Paraguay, con la idea de que los gobiernos de izquierdas se afianzan en el continente. Y es que de la derecha sólo resiste Álvaro Uribe en Colombia. Con este cambio en el poder, los países latinoamericanos esperan que haya más justicia social en Paraguay.
Lugo, de 56 años y candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio, obtuvo más del 40% de los votos, un resultado considerado como "un triunfo indiscutible" por la ex canciller colombiana María Emma Mejía, líder de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA). Tan rotunda fue la victoria que la Conferencia Episcopal Paraguaya mostró su respeto por la victoria del ex obispo, que fue suspendido a divinis por el Vaticano en 2006, tras su renuncia a su estado clerical por querer lanzarse a la arena política.
La victoria de Lugo, que agrega a Paraguay a la lista de países gobernados por la izquierda en América Latina, fue bien recibida por mandatarios como el venezolano Hugo Chávez, que habló por teléfono con el presidente electo, según un comunicado de la Cancillería en Caracas, que destacó que Chávez y Lugo "manifestaron su deseo de encontrarse lo más pronto posible para conversar sobre los planes de cooperación".
Más expresivo fue el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que ayer recibió en Quito a su homóloga argentina, Cristina Fernández, y aseguró que "este triunfo es una piedra más para la sepultura definitiva de esos modelos [neoliberales] tan nefastos en la región". Según Correa, la victoria es conduce a "una nueva América Latina justa, soberana, independiente y, por qué no, socialista, que busque la justicia social y la equidad".
Lugo también recibió las loas de otro líder de la izquierda que arrasa en Latinomérica: el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que alabó que "los pueblos latinoamericanos cuentan con un hermano más".
"Su elección representa la victoria de la democracia. Hubo un cambio y, si fue por la voluntad del pueblo, lo respeto", afirmó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que agregó que pese a que comparte principios ideológicos con Lugo, no cambiará el tratado de Brasil y Paraguay sobre la hidroeléctrica binacional de Itaipú, como propuso el ex obispo.
Cambio en las cámaras. La victoria del ex obispo derivará en una correlación de fuerzas en el Parlamento. Aunque el derrotado Partido Colorado seguirá siendo el grupo con más representación, según datos extraoficiales, que le otorgan 16 escaños, los mismos que en las elecciones de 2003.
El Partido Liberal Radical Auténtico, primera fuerza de la oposición que integra la Alianza Patriótica para el Cambio, grupo que llevó al poder al ex prelado, tendrá 13 escaños. Los también opositores Unión Nacional de Ciudadanos Éticos y Partido Patria Querida, tendrán nueve y cuatro senadores, mientras que con un escaño aparecerán por primera vez el Partido del Movimiento al Socialismo y el Movimiento Popular Tekojojá, también de la coalición de Lugo, así como el Partido País Solidario.
