El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, urgió hoy a Georgia a firmar un pacto de no agresión con las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjasia, como única salida al conflicto.
"Durante meses, sino años, Rusia intentó insistentemente lograr la firma de un pacto de no agresión entre Georgia y Osetia, entre Georgia y Abjasia", señaló Lavrov en rueda de prensa tras reunirse con el presidente de turno de la OSCE, Alexander Stubb, jefe de la diplomacia finlandesa.
Lavrov acusó a las cancillerías occidentales de no hacer nada para persuadir y utilizar su influencia sobre Tiflis para que firmara tal documento jurídico vinculante.
Ahora, añadió, "sin ese documento, estoy seguro de que simplemente no podemos seguir".
Además, aseguró que las tropas de paz georgianas no deben regresar a Osetia del Sur, ya que "cometieron el crimen de disparar contra sus compañeros, con los que servían en el contingente pacificador".
Lavrov demandó que las tropas georgianas se retiren lejos de la frontera con Osetia, de forma que no puedan volver a atacar esa región separatista.
"Deben marcharse o hay que 'hacerles marchar' de allí, de donde dispararon contra Osetia del Sur", dijo.
El ministro ruso mencionó la ciudad georgiana de Gori, como uno de los puntos desde donde se lanzó la ofensiva militar contra territorio suroseta.
Rusia -señaló- aboga por que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución que estipule la "inmediata" firma de un pacto de no agresión y la retirada de las tropas georgianas de las zonas desde donde atacaron Osetia del Sur.
En cuanto a la posibilidad de abrir negociaciones con Georgia, Lavrov subrayó que Rusia ha perdido toda confianza en "las actuales autoridades georgianas".
En las próximas horas también llegará a Moscú el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que se entrevistará en el Kremlin con el líder ruso, Dmitri Medvédev.
Sarkozy, que ha interrumpido sus vacaciones, tratará de convencer a su colega ruso de la necesidad de una tregua inmediata.