Pocas alegrías hay más grandes que el que te toque el Gordo de la lotería, así que si después te roban el décimo la frustración es mayúscula. Eso es lo que ha denunciado la empleada de un bar en La Coruña: se puso a celebrarlo y cuando se quiso dar cuenta su décimo había volado.
La protagonista de tan rocambolesca historia es Sara Fernández, empleada del Bar Arco Iris del municipio de Carballo, en La Coruña, que ha denunciado ante la Policía Nacional el robo de un décimo del número 6.381, premiado con el Gordo del sorteo extraordinario de la lotería de Navidad del pasado sábado. Una administración de la localidad coruñesa vendió 15 series del premio Gordo, de los que unos 60 décimos fueron repartidos en el bar Arco Iris.
Sara explica que el mediodía del sábado acudió al bar tras recibir una llamada en la que le comunicaban que el número al que jugaban le había tocado el Gordo. Una vez en el recinto, Sara se unió a la fiesta, en la que el champán corría por todas partes, y había mucha gente detrás de la barra. "Era como una barra libre en la que todo el mundo se servía sus copas dentro del bar".
Por fin, sobre las 12.45 horas, fue a por su décimo, que estaba en el bote de las propinas detrás de la barra. Sin embargo, y para su desgracia, el bote ya no estaba en el sitio de siempre y cuando lo abrió, comprobó con desazón que el décimo ya no estaba en su interior.
Sara indicó que esperó hasta el lunes, día de Nochebuena, para presentar la denuncia, "por si lo había guardado en otro lado". Sin embargo, no ha sido así, y ahora se lamenta de que no puede "desconfiar" de nadie debido a la cantidad de gente que había en el bar. "Aquí los clientes son todos habituales, pero el día de la Lotería vino también mucha gente de fuera", apunta. El décimo premiado le habría reportado a Sara Fernández 300.000 euros con los que pensaba comprarse una casa y un coche. Ella no tiene muchas esperanzas, pero en la Policía le han dado alguna: "Estarán pendientes de los cobros de los décimos, sobre todo de las series, para buscar los posibles sospechosos", confirma.
Ella tiene claro que llegará hasta el final para recuperar su premio aunque, pese a este disgusto, en su casa no hay cabida para el desánimo en estas fiestas navideñas. "Somos bastante alegres, eso no nos lo quita nadie. Siempre me he conformado con lo que tengo, y la verdad es que en realidad no perdí nada". Sólo el Gordo de la Lotería.
