En una esquina de la Plaza Nueva, a los pies de la estatua de San Fernando y junto a una pancarta con el lema No falta dinero, sobran ladrones, el profesor de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide Luis Navarro imparte a sus alumnos una clase sobre Socioimaginación y su capacidad para acercar la Sociología a los ciudadanos; más allá, Jean Baptiste Harguindéguy, doctor en Ciencias Políticas y Sociales, explica a otros jóvenes La puesta en la agenda de los problemas públicos, y cómo los estudiantes pueden conseguir que se hable de los recortes en la Universidad si logran que el resto de la sociedad se interese.
Pero mientras Alberto Carrillo, de Historia Contemporánea, habla de la Institución Libre de Enseñanza y de una época convulsa de protestas universitarias en las que llegaron a morir estudiantes, un hombre pasa junto a los chavales, sentados en corro sobre el suelo, y espeta: "¡Quillos, pero liadla ya, que si no la liamos no nos hacen caso!".
Las clases al aire libre en la Plaza Nueva, arengadas por el espontáneo a ir a más, fueron ayer el primer intento de los universitarios de acercar al resto de la ciudad su oposición a los recortes del Real Decreto 20/2011. Entre ellos la tasa de reposición cero en el empleo público, que podría suponer el despido -o cese al no ser renovados- de decenas de profesores universitarios.
"Con los mismos profesores y cada vez más alumnos bajará la calidad. Y la sociedad no puede permitirse una universidad sin calidad", resume el profesor de Historia Antonio Herrera, que insiste en que en las aulas universitarias surgen "los grandes avances científicos y la conciencia social", y que no se trata de un gasto público, sino de una inversión.
El auditorio va cambiando de clase, rotando de profesor a profesor. Los que acaban se fuman un cigarro con sus alumnos o charlan, sobre recortes o sobre asignaturas. "Iban a venir 16 o 18 profesores, pero a última hora se han apuntado más de 20, así que además de las clases haremos mesas redondas o charlas", explica Raúl Moreno, representante de alumnos, sobre una iniciativa que han movido en Twitter con el hashtag #sacalasaulas.
Algunos profesores, como Navarro, se han preparado expresamente la clases, "con un tema atractivo para que acudieran los chavales, y general, para que interesara a todos al margen de lo que estudien", ya que cada alumno se acercaba al grupo que quería. Los docentes se han comprometido además a recuperar la clase oficial. Pero aunque había varios cientos de estudiantes, el profesor echaba en falta más alumnos y lamentaba que no se hubiera hecho algo más llamativo, con paneles informativos y proyección de audiovisuales para que los paseantes se fijasen en la protesta.
Esther Navarro, delegada de su clase, también se quejaba de que "mucha gente vota el paro y se quedarse en su casa", aunque los estudiantes preparan ya más movilizaciones: el día 26 volverán a encerrarse en la Olavide como ya hicieron la noche del martes, y el 29 harán paro en apoyo a la huelga general.