Una mesa. Un A4 en blanco. Una caja de lápices de colores. Y el asombroso talento para combinar todo ello y producir una obra de arte como sólo Lee Bermejo sabe hacerlo. Mirando los Alpino, el dibujante de la novela gráfica sobre el Joker, comentaba con una sonrisa: "Me los ha dado la organización, no son míos", y acto seguido empezaba a mover de forma compulsiva el de color rojo sobre la limpia superficie blanca del papel. A los pocos minutos ya comenzaba a adivinarse la siniestra figura del personaje con el que Heath Ledger obtenía el Oscar al Mejor actor secundario a título póstumo en la pasada edición de los premios.
Pocos podrían imaginar viéndolo dibujar que todo lo que Bermejo es capaz de desarrollar delante de un tablero lo ha aprendido por sí mismo. "Aunque me di cuenta con pocos años que el cómic iba a ser a lo que me quería dedicar, terminé entrando por casualidad después de estudiar un año en una escuela de cine".
Esa casualidad quiso que Bermejo fuera "uno de los jóvenes de 18 años que entró con muchas ganas y poco conocimiento del medio en los estudios Wildstorm". Dichos estudios, apadrinados por Jim Lee (una de las figuras más influyentes del cómic norteamericano desde principios de los 90), ofrecieron a Bermejo la oportunidad de "ir aprendiendo el oficio desde abajo". Allí, el joven artista empezaría a desarrollar su reconocible estilo mientras se iba implicando en proyectos de poca entidad como aquél Superman-Gen13 en el que "me metieron sin que yo supiera muy bien qué hacer con el esbozo de guión que me dieron para trabajar". Pero donde hay talento, no hacen falta muchas más razones, y si algo ha demostrado Bermejo a lo largo de su corta carrera es que talento le sobra por los cuatro costados.
De entre sus muchas influencias, el dibujante destaca "un libro que mi madre tenía en la mesa sobre Norman Rockwell" (uno de los ilustradores estadounidenses más importantes del s.XX), dando así una clara idea de por qué en su trabajo es tan fácil identificar la obsesión por el detalle y por tratar de capturar las luces y sombras de la forma más realista posible: "Cuando dibujo pienso en la luz, de dónde viene y qué cualidad tiene, y es ella la que va determinando cómo voy caracterizando a los personajes. Pero más que la luz y la sombra, lo que realmente ha llegado a obsesionarme ha sido poder capturar el ritmo en las viñetas. En mis tebeos trato de hacer algo parecido a lo que Zack Snyder ha conseguido en muchos momentos de 300 o Watchmen, acelerando o ralentizando la acción hasta casi detenerla y creando así un ritmo único que el público entiende a la perfección. Durante la realización de Joker intenté plasmar esta búsqueda de la manera más precisa posible".
Toda una declaración de principios que Bermejo ha sabido apoyar hasta ahora con contados proyectos en los que se nota, por encima de todo, su gran devoción por el noveno arte. Una devoción que comparte con el que hasta ahora ha sido el guionista con el que más ha trabajado, el brillante Brian Azzarello (autor de series tan premiadas como Hellblazer o 100 Balas, ambas editadas por Planeta DeAgostini en nuestro país).
"Con Brian he encontrado un equilibrio perfecto. La primera vez que trabajé con él fue elección mía, y desde entonces no concibo poder dibujar con la comodidad que lo hago bajo la batuta de otro guionista". Con Azzarello, Bermejo ha publicado los dos cómics por los que ha sido más reconocido, Lex Luthor: hombre de acero, una historia sobre el archienemigo del hombre de acero, y la citada Joker, en la que el equipo creativo ofrecía una mirada directa sobre la enfermiza personalidad de la némesis de Batman. "Joker es un personaje fascinante", afirma sin rodeos el artista al tiempo que apuntilla que "mi afinidad siempre se he movido hacia los personajes más oscuros de DC, pero nunca he sentido mucha hacia los de la Marvel si exceptuamos a Daredevil".
Bermejo, que reside en Italia junto a su esposa, afirma que no le importaría "en un futuro no muy lejano" dar el salto y cambiar el formato americano por "el álbum francés". Hasta entonces esperaremos impacientes su nueva novela gráfica, en la que se estrena como guionista con una "adaptación de un texto literario muy (muy) conocido protagonizado por los superhéroes de la DC, que si todo sale bien debería tener terminada para finales del año que viene". La espera será larga, pero estamos seguros de que valdrá la pena.
