La sociedad letona ya ha comenzado a depositar su voto en unas elecciones adelantadas, las segundas en menos de un año, en las que si bien el partido del Centro Armonía -afín al Kremlin- parte como favorito en las encuestas preliminares, los analistas no descartan que el actual primer ministro Valdis Dombrovskis y el ex presidente Valdis Zatlers formen el núcleo de un nuevo gobierno de coalición que repudie explícitamente cualquier conexión con los grupos económicos de poder.
Con todo, el Centro Armonía se está ganando la voluntad de los letones gracias a su plan para potenciar el gasto social tras un período de austeridad y, como se temen los europeístas, retrasar la incorporación del país a la eurozona.
A pesar de su posible victoria, el partido no conseguiría el número de escaños necesarios para conseguir la mayoría absoluta, de ahí que se esté centrando en salvar las diferencias con sus compañeros de coalición y responder a la amenaza política que representan Dombrovskis, con su Partido Unidad, y Zatlers, líder del Partido Reforma.
Este último fue precisamente el responsable de forzar el adelantamiento de las elecciones tras ordenar la disolución del Parlamento cuando sus diputados prohibieron a la Fiscalía que investigara un piso a nombre de un empresario que también era miembro del Parlamento, una decisión que gozó del respaldo unánime del pueblo letón en el referéndum celebrado el pasado mes de julio.
Dos de estos "oligarcas" señalados por Zatlers no serán reelegidos, según las encuestas. Un tercero, Aivars Lembers, podría conservar su puesto gracias al apoyo popular del que disfruta su partido, la Unión de Verdes y Granjeros.
En estas elecciones también se decidirá la futura postura del Gobierno letón respecto a la incorporación a la eurozona. Dombrovskis hace campaña para fortalecer la austeridad fiscal y facilitar la incorporación al euro en 2014, una propuesta que también defiende Zatlers, ante la oposición del Centro Armonía.
Si la alianza entre Dombrovskis y Zatlers fracasa por sí sola, queda todavía la opción de entablar una coalición tripartita con alguno de los bloques nacionalistas que se oponen al Centro Harmonía. Ni siquiera el propio CH está descartado, en el difícil caso de que por necesidad pudieran salvar el abismo que separa sus programas.
En cualquier caso, será el nuevo presidente letón, Andris Berzins, quien decida los nombres del nuevo Gobierno. Se espera que lo haga el próximo 28 de septiembre, cuando regrese de una visita a la sede de Naciones Unidas en Nueva York, y ya ha advertido de que espera que a su regreso se encuentre con tres partidos interesados en la formación de una coalición de Gobierno.
La votación ha comenzado a las 6.00 de la mañana -hora peninsular española- y concluirá a las 19.00 de la tarde.
