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Deportes

Leyenda precoz y desconocida

Si el kitesurf fuese deporte olímpico, España podría contar con el oro de Gisela Pulido, archidominadora de esta modalidad que combina el esquí acuático, las tablas y el parapente. Pero lo que extraña en esta catalana no es su palmarés, ya admirable, sino que apenas tiene catorce años.

el 15 sep 2009 / 10:04 h.

Si el kitesurf fuese deporte olímpico, España podría contar con el oro de Gisela Pulido, archidominadora de esta modalidad que combina el esquí acuático, las tablas y el parapente. Pero lo que extraña en esta catalana no es su palmarés, ya admirable, sino que apenas tiene catorce años.

Su triunfo en la prueba celebrada recientemente en la playa majorera de Jandía ha puesto a Gisela Pulido (Barcelona, 14 de enero de 1994) en disposición de ganar por segunda vez consecutiva la Copa del Mundo de la Asociación profesional de kitesurf (PKRA), el que sería su quinto entorchado mundial. La catalana, residente en Tarifa, ganó tres títulos amateurs cuando contaba con 11, 12 y 13 años porque la normativa de la PKRA le impedía competir hasta cumplir los dieciséis. Sin embargo, los rectores se dieron cuenta del absurdo que suponía que la mejor especialista de la modalidad no pudiese competir y, en 2007, le extendió un permiso especial para hacerlo. Como no podía ser de otra manera, Pulido ganó.

En esa edición, como en la actual, la española tuvo que vérselas con la brasileña Bruna Kajiya, la única que es capaz de rivalizar con ella en el circuito del kitesurf, pero que está empezando a generar una especie de síndrome de Poulidor, ya que ha perdido contra Gisela una decena de finales en pruebas de la Copa del Mundo.

La trayectoria de la "rider" catalana es casi un ejemplo del libro de cómo se puede fabricar una niña prodigio del deporte. Desde muy pequeña, destacaba en vela y natación pero en julio de 2001 entró en contacto con el kitesurf y fue un amor a primera vista. Con nueve años, debido a la inexistencia de competiciones en España, se inscribe en el campeonato de Europa júnior para ganar el título en sub 14 y la plata en sub 18. Los trucos (así se llaman en este deporte las acrobacias) que hacía con su tabla eran poco menos que circenses, fuera del alcance de casi todas las mujeres del mundo, tuviesen la edad que tuviesen.

la familia, a tarifa. Ante la evidencia de que tenía a un fenómeno en casa, la familia Pulido abandonó su residencia en el Maresme para mudarse a Tarifa, que ya era el más importante centro "kiter" del Europa, y allí hacer gravitar su vida en torno a la carrera deportiva de la benjamina. La habilidad de un padre que ejerce como mánager y la intuición de unos patrocinadores que enseguida vieron las posibilidades comerciales de este joven deporte permitieron a Gisela Pulido convertirse en una auténtica profesional. La deportista catalana, debido a su corta edad, está obligada a seguir un plan alternativo de escolaridad no presencial, de modo que viaja por todo el mundo con sus libros de texto a cuestas.

Gisela Pulido cumple el sueño de dedicarse en pleno al deporte tras ganarle una apuesta a su padre que, creyendo que era un reto imposible, la inscribe en el Europeo sub 21 a los diez años, con la advertencia de que si no sube al podio, seguiría con su vida normal. Para sorpresa de todos, la catalana se hace con el título e inicia la meteórica carrera que la ha llevado a convertirse en la deportista adolescente con mejor palmarés de la historia. Nominada para el Laureus (los Oscar del deporte) en disciplinas extremas, su fotografía en esta gala junto a dos leyendas como Induráin y Seve Ballesteros es la mejor prueba de la magnitud de sus hazañas.

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