Definitivamente, en el PP se han dejado de sutilezas y ya disparan con munición de grueso calibre. Las insinuaciones de Esperanza Aguirre de presentarse para disputarle el liderazgo del partido a Mariano Rajoy levantaron una auténtica ola en su contra de los principales barones regionales del partido.
Por lo oído, a la presidenta de la Comunidad de Madrid le ha tenido que quedar claro que, a día de hoy, no cuenta con los apoyos suficientes para intentar el asalto al liderazgo del partido. Y es que, por muchas ganas que tenga y por mucha indirecta que lance, lo cierto es que el grueso del partido apoya a Mariano Rajoy, al menos por ahora.
Ayer fueron muchas las voces que se oyeron dentro del PP: todas apoyaron a Rajoy y alguna, de paso, criticó a la presunta aspirante. Aquí el más claro fue el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien directamente dijo que su "deseo" es que Aguirre no lidere el PP, algo que está convencido de que no ocurrirá porque la suya "no será una candidatura que tenga el apoyo mayoritario de los militantes del PP". De paso, le reprochó a la "indecisa" presidenta que eligió "quizás el día menos adecuado" para "hacer pública su indecisión", a pocas horas de la intervención de Rajoy en el debate de investidura.
Tampoco se anduvo por las ramas el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, quien en presencia de otros pesos pesados como el presidente del Gobierno de Murcia, Ramón Luis Varcárcel, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, fue bastante claro: "Todo el Partido Popular de España está con Mariano Rajoy. A mí nadie me ha dicho otra cosa diferente. Y cuando digo todo el mundo es todo el mundo". Los tres, además, expresaron su apoyo "sin fisuras" a Rajoy.
Desde Andalucía, la comunidad que más delegados (436) aportará al Congreso Nacional del PP, el presidente de los populares andaluces, Javier Arenas, reiteró su respaldo a la candidatura de Rajoy e instó a conseguir entre todos un partido "cohesionado y unido".
mar de fondo. Pese a sus insinuaciones, lo cierto es que a día de hoy Aguirre puede que hasta tuviese difícil presentarse para discutirle el liderazgo a Rajoy, ya que en principio sólo controla a 208 delegados (los de Madrid) de los 2.540 que elegirán en el Congreso al presidente del PP, y para cerrar una candidatura hacen falta 600 avales. Por ello, su insistencia se interpreta como un intento de situar a gente de su entorno en la nueva dirección.
