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Cultura

Lifting a los bronces de Juan de Mesa, Manolo Vázquez y Curro Romero

La empresa Metis devuelve a su esplendor original el bronce de unas esculturas dañadas principalmente por la degradación ambiental y el vandalismo.

el 26 ago 2014 / 12:00 h.

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600_Imagen e35y45yCuatro monumentos en bronce afectados por otras tantas patologías. El Ayuntamiento de Sevilla ha procedido en las últimas semanas a la limpieza y conservación de los monumentos del imaginero Juan de Mesa, en la plaza de San Lorenzo, del bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda, situado frente a la Basílica de la Macarena, y de los toreros Curro Romero y Manolo Vázquez, ambos levantados en el entorno de la plaza de toros de la Real Maestranza. Durante tres semanas los operarios de la empresa Metis Conservación y Restauración se han encargado de devolver a su esplendor original el metal de estas esculturas. El estado de conservación de los monumentos era correcto a nivel general, si bien todos ellos presentaban «síntomas de degradación ambiental y vandalismo que requerían la revisión de sus pátinas y un tratamiento de protección que frenase el avance de su deterioro», explica Pilar Soler Núñez, responsable de la empresa. El emplazamiento de estos monumentos y su entorno ambiental condiciona de manera decisiva la degradación de los bronces. Así, en el caso del monumento a Juan de Mesa, el principal desencadenante de su estado de conservación es la nutrida comunidad de aves que puebla la plaza de San Lorenzo. «Los excrementos de estas aves contienen una carga química altamente corrosiva. La incidencia es tan continuada y cuantiosa que ya está dejando sobre la superficie metálica huellas de corrosión y degradación del metal». Después de una limpieza superficial y de la retirada de depósitos residuales y excrementos, el padre del Gran Poder ha sido objeto de un tratamiento de estabilización y protección del metal. El monumento a Curro Romero había sido objeto de múltiples acciones vandálicas desde su inauguración en 2001, llegando incluso a perder el estoque que porta en su mano derecha. Éste fue repuesto por el propio autor, Sebastián Santos, si bien «la diferencia de su aspecto respecto a la superficie general de la escultura evidencia que este elemento fue colocado sin patinar y no recibió protección». En su caso, la intervención ha consistido en un tratamiento de estabilización y protección tanto de este elemento como de la soldadura, que sufrían un proceso de oxidación. La contaminación ambiental de la Ronda Histórica es el principal enemigo del monumento a Rodríguez Ojeda desde su colocación en el año 2000, de ahí que presentara manchas e inestabilidad de pátinas generalizadas, especialmente en el busto. Corregidos estos desperfectos, los restauradores recomiendan «recuperar el parterre que lo rodea con el fin de crear una barrera psicológica que impida el acceso y la subida de personas durante la Semana Santa». Por último, en el caso del monumento a Manolo Vázquez –uno de los más castigados por las acciones vandálicas– la colocación de pegatinas y el impacto de objetos habían dejado restos en el bronce y una erosión de la pátina, felizmente resuelta.

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