Las esperanzas para la liberación de Roque Pascual y Albert Vilalta estaban puestas (extraoficialmente) en la intermediación de Mustafa Uld Liman Chafi, consejero del presidente de Burkina, Blaise Compaoré, y principal negociador en el secuestro de los tres cooperantes catalanes raptados en Mauritania el pasado 29 de noviembre.
Su trabajo de mediación fue clave en la liberación de Alicia Gámez, el pasado 10 de marzo y ahora también. Entonces Liman Chafi viajó al norte de Mali, en la región montañosa de Kidal, en el desierto del Sahara, para liberar de manos de Mokhtar bel Moktar a la cooperante catalana. De ahí, y por carretera, viajaron hasta Gao y después a la capital burkinesa.
En el caso de Pascual y Vilalta, Liman Chafi ha vuelto a ser una pieza clave. El mediador, que ha trabajado por la liberación de los cooperantes durante estos nueve meses de cautiverio, ha conseguido que el secuestro tenga un final feliz y que Vilalta y Pascual puedan volver a Cataluña.
Su mediación ya permitió la liberación de dos ciudadanos canadienses secuestrados en Níger a inicios del año 2009, y también fue clave en la liberación de un matrimonio italiano.
