Gutiérrez Limones salva su primera crisis de Gobierno El PSOE contuvo el incendio originado en Alcalá de Guadaíra y amarró un gobierno de mayoría absoluta que había perdido durante un día. Ese es el tiempo que tardó la delegada de Patrimonio, la socialista Laura Ballesteros, entre que presentó su renuncia a su grupo en el Ayuntamiento para pasar a ser concejal no adscrita, lo que dejaba al alcalde, Antonio Gutiérrez Limones, en un gobierno en minoría el lunes y retractarse ayer, retirándola previa llamada a filas de la dirección provincial y local. Una paz exprés cuya incógnita es si será lo suficientemente sólida para permitir la estabilidad del Gobierno de Limones hasta final de mandato, ya que su mayoría absoluta depende de que sus 13 ediles en el pleno de un total de 25 vayan todos a una. Las posturas en el PSOE de Alcalá de Guadaíra se encontraban, no obstante, equidistantes desde principio de mandato, aunque no se han escenificado hasta que Ballesteros y el delegado de Turismo, José Manuel Rodríguez, se ausentaron del pleno del 14 de abril. Tal circunstancia, que obligó al regidor a recurrir al voto de calidad para sacar adelante sus propuestas de Gobierno, llevó a la apertura de un expediente informativo, que no sancionador, para esclarecer las causas de la inaasistencia de estos dos ediles y la posterior renuncia de la edil de Patrimonio, que dejaba a su gobierno en minoría. He reconsiderado mi decisión inicial, señaló Ballesteros a través de un comunicado, donde aclaró que las diferencias que motivaron su renuncia del Grupo Socialista incluso su baja como militante se abordarían con serenidad de puertas para adentro. Dicho y hecho, ya que nadie del PSOE alcalareño aportó más detalles acerca del cambio de opinión de la que fuera portavoz del Gobierno de Limones durante parte del anterior mandato. Todo pronunciamiento público quedó reservado al ámbito del PSOE provincial, que se vio obligado a intervenir tras comprobar que las cuitas internas podían afectar al que es, junto a Dos Hermanas, uno de sus principales feudos no sólo en la provincia, sino en el conjunto de Andalucía. El secretario de Organización del PSOE de Sevilla, José Muñoz, salió al paso para anunciar que el problema había quedado zanjado después de resolverse malas interpretaciones que causaron un desencuentro en clave interna. Muñoz se apresuró a circunscribir todo este conflicto al ámbito estrictamente local y desligarlo así de toda interpretación que vincule esta maniobra a una disputa más entre críticos y oficialistas. Cabe recordar que Gutiérrez Limones representó hace casi un año a los críticos en su pugna por hacerse con el poder en el PSOE provincial, donde compitió con Susana Díaz, que a la postre fue designada secretaria general. El hecho de que los ediles señalados se alinearan con Díaz en su día alimentaba esa teoría. Sin embargo, críticos y oficialistas descartaron que se deba al intento de resolver cuentas pendientes. Y lo sostienen en que hay mucho en juego en una ciudad donde los socialistas consiguieron revalidar su mayoría absoluta en 2011, pero con escaso margen. La entente cordial se consolidó ayer tarde, tras una reunión en la sede provincial de Luis Montoto en la que estuvieron Limones, Susana Díaz y el presidente del PSOE sevillano, Fernando Rodríguez Villalobos. Allí acordaron afinar los mecanismo de coordinación para evitar que se repitan estas disputas, a la vez que aprovecharon para analizar posibles respuestas a los problemas de la ciudad.
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