La ciudad de las personas. El mantenimiento de la ciudad es quizás una de las obligaciones más importantes, útiles y necesarias que un Ayuntamiento tiene en su agenda. Con ella se gestiona la limpieza general, el estado de los parques y jardines, los viarios, el control de la doble fila, etc. El mantenimiento está presente en el día a día, y de ahí que sea vital una gestión eficaz para que la ciudad ofrezca su mejor cara no sólo a los turistas, sino a los ciudadanos que a diario hacen su vida en ella. Las personas se adueñan de la ciudad (de ahí el lema del Consistorio La ciudad de las personas) y son ellas las que se deben apropiar de los espacios públicos y, por ello, tanto Administración como mantenimiento deben hacerse en conjunto entre los distritos y los ciudadanos. Ya que los sevillanos somos los beneficiarios directos del nivel de calidad que muestra un espacio público, es necesario involucrarse dentro del proceso del mantenimiento.
Limpieza diaria. En Sevilla, la encargada de la limpieza de la ciudad es la empresa municipal Lipasam, cuyo trabajo no resulta en ocasiones del todo eficaz si la ciudadanía no pone de su parte. Es por ello necesario que entre todos colaboremos cumpliendo las normas de convivencia en los espacios públicos. Los ciudadanos debemos mostrar más sensibilidad con este tema ya que es algo que afecta al día a día de la ciudad y de algún modo a sectores tan importantes como el turismo, actividad vital para la economía de la urbe. El Ayuntamiento, por su parte, debe proporcionar los medios necesarios para garantizar esta limpieza.
Zonas verdes. La Delegación de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla debe tener como prioridad la creación de nuevas zonas verdes y el mantenimiento de las ya existentes. Si bien es cierto que se crean nuevos espacios, éstos quedan en la mayoría de los casos olvidados y sin mantenimiento, creándose las ya habituales zonas verdes degradadas. Sin irnos muy lejos, los nuevos jardines del Prado, reivindicados desde Sevilla21, ya presentan evidentes signos de abandono o de cierta dejadez. Otros barrios como Sevilla Este o Pino Montano tienen una ausencia generalizada de estos espacios, y las escasas zonas verdes de que disponen no se conservan adecuadamente.
Doble fila. Por último, otro problema que venimos sufriendo desde hace tiempo y que se ha agravado en los últimos años es la falta de aparcamiento. Mientras el Ayuntamiento no aporte soluciones a este problema, resulta de algún modo lógica la proliferación de la doble fila en la ciudad. Aun así, existen casos en los que esa doble fila aparece más por comodidad que por necesidad, y para comprobarlo no hay más que ir a zonas como la calle Radio Sevilla y el entorno del aparcamiento público de Arjona, que muestra el cartel de libre mientras los coches invaden los alrededores llegando en algunos casos a subirse a bordillos y aceras que, por el peso, quedan destrozados, obligando al Ayuntamiento a su reposición. Es necesario que este último aporte una solución eficaz a este problema cada vez más acusado. Con la construcción de los aparcamientos para residentes que se prometieron hace un par de años (de los que lamentablemente sólo hay en obras tres) se conseguirá liberar espacio en la superficie, volviendo a recuperar el peatón zonas que actualmente se encuentran invadidas por los coches.
Tarea de todos. Es, por tanto, tarea de todos -y no sólo de la Administración- que la ciudad presente un estado óptimo, limpio y ordenado. A los ciudadanos nos corresponde el papel de mantener en ese estado todo nuestro entorno, y al Ayuntamiento proporcionar las herramientas necesarias y controlar que se cumplan las ordenanzas en vigor.
