Inspectores de Lipasam se están pateando la calle Guanahani, en el barrio de Santa Justa, para cazar a los residentes infractores que depositan los residuos fuera del punto habitual de recogida. Es la respuesta de la empresa municipal de limpieza a la denuncia planteada por los vecinos de la zona hace ahora un mes.
La búsqueda entre bolsas de basura no tiene un objetivo sancionador, es simplemente para informar a los ciudadanos incívicos, según informan fuentes municipales. Ello contrasta con lo ocurrido hace cuatro años en Triana, cuando una vecina fue identificada y multada con 120 euros por dejar las bolsas en el antiguo punto de recogida y no en los nuevos contenedores instalados. Los vecinos de la zona se han mostrado satisfechos con la medida, aunque piden más dureza con quien infrinja las normas de convivencia ciudadana. "No se puede dejar la basura en el primer lugar que pille. Es insalubre, y ahora más con el calor. Hay que poner medidas para atajar estos malos hábitos", ha indicado Manuel Ferrer, presidente de la entidad vecinal El Triángulo.
El problema surgió el pasado invierno cuando el Ayuntamiento quitó los contenedores de la calle Guanahani y los llevó a su nuevo emplazamiento en la cercana avenida del Pueblo Saharahui y en la calle Arroyo. Desde entonces un grupo de residentes comenzó a dejar las bolsas en cualquier lugar para evitar andar un poco más. En plena acera, junto a las farolas, bajo las papeleras o bien al lado de los contenedores de recogida de ropa. La mala imagen se agravó con el calor que llevó a los vecinos a protestar por el mal olor de los desperdicios acumulados en la vía.
El hartazgo llegó a tal nivel que incluso colocaron una pancarta llamando al civismo en una farola de la calle Guanahani en la que se leía la siguiente recomendación: "Bolsas de basura dentro de su contenedor. Por favor, respeten normas cívicas. Gracias". El Ayuntamiento insiste en que el cambio de cubos se hizo con "el consenso de los vecinos", por lo que no entiende ahora esta actitud.