"Somos optimistas para que la huelga acabe lo antes posible", reconoció el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, al término de una reunión que se prolongó por espacio de cinco horas y en el que el Ayuntamiento presentó una oferta que, en todo caso, se mantiene bajo la premisa que ha mantenido desde que estallara el conflicto: no moverse ni un ápice de lo acordado -y firmado- en abril de 2012, donde la plantilla aceptó el 5% de reducción salarial y la ampliación de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Sin embargo, incluso en tal extremo existía margen de maniobra, ya que el comité insistía en sus últimas declaraciones en que esa rebaja salarial se destinara en parte a recortes de gastos en determinadas parcelas del área de personal -que implicaría que se tocarían menos el bolsillo de los más de 1.500 empleados de Lipasam- y que la aplicación de la jornada laboral no suponga quedarse sin 16 días de descanso en fechas señaladas como son Semana Santa, Feria, periodo estival o Navidad.
Por ese resquicio es donde parece que están llegando a una entente cordial. Al término de la reunión, Vílchez no concretó el contenido de la contraoferta lanzada a la plantilla. Se limitó a esbozar de que es la única salida para mantener el carácter público de la empresa de limpieza y evitar situaciones más dolorosas como extinciones de contrato, despidos o la posibilidad de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). En la reunión, en la que también estuvo el portavoz del PP, Juan Bueno; el gerente de Lipasam, Francisco José Juan Rodríguez; y el vicepresidente de la corporación de empresas municipales de Sevilla, Jesús Maza, se trataron los dos temas generales -reducción de sueldos y ampliación de la jornada-, además de "otras cuestiones accesorias" que eludió concretar. Ante la proximidad de un posible acuerdo que ponga fin a esta huelga, Vílchez fue preguntado incluso por el operativo especial de limpieza que se pondría en marcha. Al respecto, no quiso aventurar nada y pidió esperar a la reunión de hoy y "a lo que decida la asamblea de trabajadores".
QUEMA DE CONTENEDORES // La segunda reunión entre empresa y plantilla se desarrolló pese a que no se cumplía una de las condiciones impuestas por el Gobierno local para sentarse en la mesa en la primera semana del conflicto: que cesaran los actos vandálicos que el Ayuntamiento atribuían a la plantilla. Es más, en la noche del domingo al lunes tuvo lugar un nuevo repunte, con la quema de 62 contenedores. Vílchez cuantificó en 222 el número de contenedores incendiados desde el inicio de la huelga, una cifra que triplica la habitual en estas mismas fechas. La misma regla de tres realizó con los camiones averiados. ¿Y por qué ahora? "Por responsabilidad con los ciudadanos", contestó el delegado de Urbanismo.
Entretanto, la ciudad vive envuelta en malos olores y basuras que obstaculizan aceras y carriles bici. Tal es la situación que hasta ayer se seguían sumando voluntarios para llevar la basura a la planta de transferencia de residuos de Lipasam. Así están ocho hoteles, nueve restaurantes, la Coordinadora de Asociaciones Independientes (CAIS) y Alcentro, representando a 28 comercios.
