¿Tiene usted la sensación de que alguna de las 978 máquinas quitanieve que Fomento tiene hoy movilizadas hará falta en la Palmera, a eso del mediodía? Ola de frío. Tal y como lo pintan, dan ganas de ir al almacén del viejo Joe a cambiar las pieles de oso por un saco de carbón, otro de café, un winchester y clavos para las ventanas. España, que siempre tiembla por adelantado, era ayer un no parar de preparativos: 163.521 toneladas de fundentes, mantas preparadas en los trenes, sherpas en los cruces... el acabose. Y mientras, ¿qué pasaba en Sevilla? Pues mire: que a las dos menos cinco minutos de la tarde, dos muchachas la mar de simpáticas se bajaron a la orillita del río, por las Naves del Barranco, se quedaron en camiseta y se pusieron a tomar el sol como si las profecías mayas se hubiesen adelantado un semestre por exigencia de la UE.
Quizá hoy no bajen, ante el anuncio de que el termómetro se moverá entre los 3 y los 13 grados y el viento puede rebajar la sensación térmica de los sevillanos hasta los seis o siete grados bajo cero (si no se cree lo que dicen los meteorólogos, aquí tiene un enlace donde calcular usted mismo eso de la sensación térmica: www.lenntech.es/calculadoras/viento/sensacion-termica.htm). Pero ayer no hizo falta calcular nada, porque fue lo de siempre: que mientras algunas sevillanas sacaban lo mejor de su peletería para enfrentarse a las corrientes de la calle Francos y adyacentes, los amantes de las caminatas, bajo el peso de las bufandas, acababan con la nuca algo esponjosa para su gusto.
Escenas térmicamente inolvidables que deparó la jornada de ayer, tan fresquita ella: la señora que toca el acordeón en la Avenida le tenía puesto un chalequito rosa a su caniche, o lo que fuera el perrito aquel. Otra, esta vez de corte gremial: los cuponeros iban casi todos con gorro, pero gorros de esos que usan los pandilleros de las teleseries americanas cuando se ponen a tramar algo mientras queman cosas en los bidones. Más: ¿Podía correr el viento por la sombría José de Velilla? Pues más corrían las señoras para coger un velador libre: cómo no serían las exhalaciones adoberas de Blanco Cerrillo (sensación estomacal de tres días sin comer) que no quedó ni una silla huérfana. Otros casos: Un señor que no podía aguantar más el solazo se tapaba la cara con un periódico ante la casa de los Guardiola. Los extranjeros vestían de entretiempo, tan campantes, mientras los sevillanos iban ataviados cual pastores nómadas de Tunguska. Por San Fernando corría una moza calentándose las manos con un café de llevar, como si en vez de ir a la Fábrica de Tabacos fuese a examinar la escena de un crimen. Lo mismo es que encontraron el cadáver del invierno, tras un mes desaparecido. ¿O acaso no murió? En las copas de los árboles de San Pablo, delante de Osorno, aparecían los primeros brotes verdes, con perdón. En 20 días, cuaresma. Eso sí que va a ser una ola.
De utilidad:
Abríguese: Hoy, recién importada de Siberia y tras semanas sin saber en qué estación se estaba, entra en España la flamante ola de frío, fenómeno que será especialmente brusco por el norte pero que aquí también hará mella, si se cumplen los pronósticos.
Mucho frío: Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), esta puede ser una de las cuatro olas más duras desde 1950. Para hoy se esperan en Sevilla temperaturas entre los 3 y los 13 grados centígrados. La web meteorológica Weather añade unas gotitas de dramatismo a la situación, colocando la horquilla entre los -2 y los 14 grados, y con una alta probabilidad (70%) de lluvia matinal. A ver.
Y así piensa seguir: La cosa parece que se pondrá más cruda con el paso de las horas. Para el viernes y el sábado, Aemet prevé una mínima en Sevilla de cero grados y una máxima de 10. El domingo, la máxima sube hasta 13, pero la mínima sigue anclada en el cero. Lo dicho: no se descuide.
