Ya están sonando las primeras sevillanas en el Real de la Feria de Abril y con ellas comienza el desfile de flamencas por sus calles, pero este año vienen más guerreras que nunca. Este año no solo brillarán los lunares y las telas de algodón, percal y gasa que llegan de la mano de novedosas apuestas como el cuero customizado, las sedas en todas sus variantes y batistas perforadas que, acompañadas de bordados, romperán la monotonía de años pasados.
La moda flamenca es una de las que más ha avanzado en todos los sentidos. No en vano, el llamado traje de gitana comenzó vistiendo para la ocasión a la gente humilde y fue a partir de la Exposición Iberoamericana de 1929 cuando esta indumentaria se democratizó en cierta forma de la mano de la clase alta, que cambió tanto tejidos y formas más pobres por otros que fueran más vistosos. Fue entonces cuando aparecieron los volantes, elementos con los que los diseñadores han jugado a su antojo para sus creaciones más flamencas.
Sin embargo, la Feria 2011 viene cargada de aire retro y aquellos vestidos de principios de siglo XX, más similares a las batas rocieras vuelven junto a los trajes canasteros, de un solo volante de mucho vuelo, los cortos, que este año son más cortos aún, casi minifalderos y a los batones de cola, más propios de las folclóricas. Y es que para gustos los colores [y las formas].
Llegan trajes más adornados y alegres que nunca, dejando la simpleza y la discreción a un lado. Los volantes ya no son ni monocromáticos ni ligeros, sino que terminan en tiras bordadas, encajes, blondas, borlones o puntillas.
Todo sea para que el vestido tome la importancia que tiene en esta festividad y ser un revulsivo frente a la crisis. Así, los escotes ganan en protagonismo y aparte de ser muy generosos predominan sus formas geométricas, más propias de vestidos de fiesta que de faralaes.
Éstos se abrirán tanto por la espalda como por el frente e, incluso, dejarán al descubierto partes del cuerpo de la mujer que tradicionalmente han estado tapadas. Las transparencias de gasas y encajes toman protagonismo ya sea en camisas -muy de moda junto a faldas ostentosas- o en los propios vestidos.
Los volantes, sin embargo, son los dueños y señores de la Feria. Uno, dos, tres, cuatro y todos los que se quiera y fuertemente adornados ganan en volumen y peso. Todos ellos de una amplia gama cromática, aunque los tonos pasteles, como los rosas, los celestes y los ocres, abundan. Sin olvidar tampoco los estampados de todo tipo: los típicos lunares, los cuadros, las flores y hasta las formas animales.
Además, también vuelven esta Feria los flecos y los mantoncillos para adornar los amplios escotes hechos de modo artesanal tanto de croché como de raso.
Con respecto a los talles, habrá de todo aunque sobresalen los bajos, que realzan la figura femenina y que se adaptan al cuerpo de la mujer gracias a telas como la lycra o el cuero, que están a la última.
La Feria de Abril de 2011 será una de las más arriesgadas de los últimos años en formas, colores, telas y complementos que intentarán poner al mal tiempo buena cara.
