El equipo de Scotland Yard inspeccionó ayer por primera vez el lugar donde Benazir Bhutto fue asesinada para reconstruir la secuencia de los hechos, en una investigación a la que el Gobierno paquistaní ha prometido no poner trabas.
Los cinco expertos antiterroristas británicos visitaron el parque de Liaqat Bath, en Rawalpindi, ciudad cercana a Islamabad. Inspeccionaron durante dos horas el terreno, que fue limpiado con mangueras tras la muerte de Bhutto y que hasta ayer se podía visitar libremente. El parque fue acordonado por un laxo cordón policial, mientras los curiosos intentaban asomarse a la zona y recibían las reprimendas de los agentes. "Llegan tarde para investigar la muerte de Bhutto", dijo un lugareño. El presidente de pakistán, Pervez Musharraf, ha prometido que no intentará "influir" en las pesquisas de Scotland Yard.
Violencia. Mientras tanto, al menos diez civiles murieron durante una operación de artillería del Ejército paquistaní en el norteño valle de Swat. En el distrito de Tehsil Kabbal, siete miembros de una misma familia perdieron la vida cuando un proyectil impactó en su vivienda, mientras que otras tres personas murieron en Kala Kalay por la misma causa.
El Ejército anunció en Swat que el toque de queda que rige en el valle sería levantado pronto. Las muertes civiles coinciden con la dimisión del gobernador de la Provincia de la Frontera Noroeste (NWFP), Ali Mohammad Jan Aurakzai.
