Francisco Camps llegará hoy al Palacio de Justicia aún con el recuerdo de los cuatro minutos de aplausos que recibió el lunes de los principales representantes de la Generalitat, las diputaciones y los ayuntamientos valencianos.
Aquel no fue el primer cierre de filas del PP, que le ha apoyado en diversos actos repartidos estratégicamente en el tiempo. Una y otra vez, el partido y, en su nombre, el propio Mariano Rajoy, ha expresado su "total" y "absoluta" confianza en el líder valenciano. La mayoría de los imputados en el caso han sido suspendidos de militancia, mientras que en el caso del presidente de la Generalitat será él el que decida si quiere dimitir, adelantar las elecciones o seguir en su cargo. Ninguna imposición, ninguna duda. Camps ha convencido al PP de su inocencia.
"Con los ojos cerrados". Así confía el PP, en palabras de González Pons, en Camps. Ni una fisura ha mostrado el partido desde que hace un mes el nombre del presidente valenciano apareciera en varios medios vinculado a la trama Gürtel.
El problema es que, en paralelo, el TSJV ha tomado decisiones que dan cancha a la oposición para sostener que si el río suena, Camps debería cuanto menos dimitir. Primero, el tribunal se declaró competente para investigar el caso al observar indicios de delito. Al mismo tiempo, abrió diligencias por posible cohecho y el pasado jueves le llamó a declarar como imputado.
Sólo el juez instructor y el fiscal saben del sumario. Los medios de comunicación, que titular a titular han desgranado el caso, tendrán que esperar para sacar conclusiones a que Camps quede libre de cargos o, por el contrario, a que la Fiscalía le acuse formalmente. De momento, ya hay quien piensa, como el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, que "independientemente del resultado judicial", Camps ha quedado "inhabilitado" para seguir al frente del Gobierno valenciano.
Pero el president no se amilana. Desde el principio se ha mostrado tranquilo y con ganas de declarar. Ayer, sólo unas horas antes de ver al juez, Camps sonreía junto a Florentino Pérez, con el que coincidió en un acto, mientras le pedía que no se lleve a "ningún jugador" valenciano al Madrid si vuelve a ser presidente.
