Cultura

"Lo de ‘50 sombras de Grey’ lo hicimos otros antes, más intenso y retorcido"

La última novela de Mayra Montero llega hasta Cádiz de la mano de un personaje tan fascinante como Francisco de Miranda.

el 31 mar 2014 / 09:38 h.

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Mayra Montero conoce bien la provincia de Sevilla, y en concreto Cazalla, la villa natal de su suegra, que durante mucho tiempo visitó al menos una vez al año. “Es un oasis espiritual donde aislarse de todo”, asegura recordando sus estancias en Las Navezuelas. Sin embargo, su última novela llega un poco más lejos, hasta Cádiz, de la mano de un personaje tan fascinante como Francisco de Miranda, el militar venezolano que habría pasado a la Historia como precursor de la emancipación de América de no haber quedado eclipsado por la imponente figura de Bolívar. mayra-montero-librosEl caballero de San Petersburgo (Tusquets) es el título de esta novela ambientada a finales del siglo XVIII y protagonizada por la joven criolla Antonia de Salis, que vive con su prima Teresa en Rusia. Allí reciben la visita de ese fascinante militar hispanoamericano que está de visita en Rusia para tejer una alianza con Potemkin. “Miranda es muy desconocido aún en América Latina”, afirma esta cubana de 1952, afincada desde hace más de 30 años en Puerto Rico. “Decía que viajaba para instruirse, y es el único latinoamericano cuyo nombre está inscrito en el Arco del Triunfo”, subraya. A través de sus diarios, de proporciones enciclopédicas, Montero ha ido componiendo la historia en la que Antonia cae seducida ante un personaje tan idealista como ardiente, con fama de donjuán -hasta el punto de, según la leyenda, coleccionar vello público- y magnífico contador de historias ante las damas. Tanto que, tras algunos encuentros furtivos, decide seguirlo hasta San Petersburgo, donde Francisco de Miranda es perseguido, sin saberlo, por un diplomático español empeñado en capturarlo. “Qué duda cabe de que era mujeriego”, explica la autora. “Había decidido disfrutar de la vida, no quería una relación formal con nadie. En los diarios te das cuenta de que siempre vivió en su mundo, viajando, y al mismo tiempo no era ningún frívolo, podía llegar a ser extraordinariamente profundo en sus ideas y en sus descepciones... eso sí, también era muy sexista en sus comentarios. Pero la parte menos políticamente de sus comentarios los pongo en boca de otros personajes”, sonríe la escritora. Treinta años después, en la cárcel de La Carraca en Cádiz -hasta donde llegó Mayra Montero siguiendo su rastro-, un general Miranda enfermo y vencido recibe las visitas y los cuidados de una enigmática mujer que tiene muy presentes las aventuras de Crimea y de San Petersburgo. “Cuando fue a Rusia, estuvo a punto de mezclarse en el ejército, pero pesó más la llamada de las colonias. La historia lo condenó a la invisibilidad”, lamenta la escritora. “Fue un internacionalista, quizá el primero que conocemos, pero esta novela no trata exactamente de reivindicar su figura. En el fondo no quise más que contar una historia de amor, solo que escrita a cuatro manos con Miranda, a quien yo misma conocía muy poco”. Mundialmente conocida por obras de marcado carácter erótico como La última noche que pasé contigo o Púrpura profundo, finalista y ganadora respectivamente del premio La Sonrisa Vertical, Montero cree que el marchamo de autora erótica “es muy injusto, porque entre ambas obras tengo dos o tres novelas que no tienen nada que ver”. Y sobre el fenómeno 50 sombras de Grey, opina que “pertenece más que nada al mercadeo americano. No he leído la saga ni creo que la vaya a leer, porque el escándalo no me interesa. Todo eso del sadomasoquismo lo hemos hecho nosotros antes, más intenso y más retorcido”.

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