El técnico del CB Sevilla, Scott Roth, durante el entrenamiento de este martes. Foto: Inma Flores.
Después de la tercera derrota en la Liga Endesa no hay demasiado tiempo para pensar, y casi mejor. Nadie a lo largo de la historia de la humanidad avanzó un centímetro dándole vueltas a la cabeza. ¿Para qué sirve pensar una y otra vez en un problema? Mejor afrontarlo si se tiene clara cuál es la solución. El Baloncesto Sevilla afronta esta noche (20.30 horas; Canal Sur HD), el segundo partido de la primera fase de grupos de la Eurocup ante el Charleroi de Bélgica.
Del país del que han salido algunos de los personajes de cómic más populares del último siglo llega un equipo con el sobrenombre de Spirou, un botones fantasioso e inquieto que nació de los lápices del dibujante Robert Velter. Sus entretenidas historietas sobrepasaron las fronteras de Bélgica y fueron traducidas a numerosos idiomas.
El botones Spirou se planta esta noche en un hotel con algún que otro lió que resolver. La derrota del pasado domingo ante el Montakit Fuenlabrada ha resquebrajado las expectativas que se habían publicitado sobre el Baloncesto Sevilla durante toda la pretemporada.
Scott Roth y su método de trabajo están bajo vigilancia. Y como suele pasar cuando llegan las derrotas, aspectos que no deberían ser más que anécdotas se beatifican. Que el estadounidense se levante, se siente, se mueva o no se inmute en el banquillo es el menor de los problemas a los que debe poner solución el equipo y la entidad. Lo primero que hay que resolver es descubrir si su filosofía de equipo y juego son exportables con éxito al baloncesto europeo.
Una victoria siempre es una victoria, aunque ahora mismo no hemos encontrado el camino para ganar, hay que jugar duro. Tenemos muchos lapsus mentales en los que olvidamos lo que tenemos que hacer, comentó ayer el técnico estadounidense en declaraciones a los medios oficiales del club.
Roth parece tener claro qué es lo que hay que hacer para ganar. En esa línea, Audie Norris, su asistente, matizó ayer en Radio Marca las declaraciones del pasado domingo en las que dejaba abierta la posibilidad de un cambio de sistema. El entrenador no tiene previsto cambiar de ideas, tiene mucha confianza en que el equipo acabará por mostrar el potencial que tiene en la ACB.
A expensas de que Scott Roth se someta por vez primera a las preguntas de los periodistas sevillanos al término del partido de esta noche, sus palabras sobre la situación del equipo no despejan muchas dudas. Estamos jugando con ocho jugadores en torno a los 24 años, con algunos de 18 ó de 19. Somos un equipo joven y es lo que hay. Si te fijas en todos los equipos de la Liga Endesa, somos los que más margen de mejora tenemos. Es algo que motiva, apuntaba el máximo responsable de la parcela técnica del CB Sevilla. Las edades son las que son y el tiempo no se puede acelerar. El partido de hoy será otro test para descubrir si el equipo muestra algún que otro brote verde que haga ver el futuro con optimismo. El botones estará al acecho para aprovecharse de los líos.
