Local

"Lo duro no es el dolor sino decirle a la familia que el proceso es irreversible"

Tras un grave accidente de tráfico, la vida tiene que «reinventarse». Éste es el mensaje que machaconamente repite la directora de la Unidad de Rehabilitación del Virgen del Rocío para la que empezar a conducir joven puede ayudar a reducir accidentes.

el 09 abr 2011 / 18:14 h.

TAGS:

Carmen Echevarría, en el área de Rehabilitación del Virgen del Rocío.

En la primera planta de Rehabilitación del Virgen del Rocío empieza la vida. La que se vislumbra después de que un accidente de tráfico o de trabajo trunque las expectativas de futuro. "Lo más difícil no es el dolor físico, sino el momento en el que tenemos que comunicar al paciente que el proceso es irreversible". Carmen Echevarría Ruiz de Vargas (sevillana de los Jardines de Murillo, de 57 años) es la directora (una de las primeras del hospital sevillano) de la Unidad de Rehabilitación y responsable del Plan de Atención a la Accidentabilidad de Andalucía. Recibe a los periodistas dejando claro -enérgica, como mandan sus genes vascos- que quiere que salga su equipo. A medida que discurre la entrevista, su lado socarrón Ruiz de Vargas (oriundos de Hinojos) le gana la partida, y de qué manera, a los Echevarría.

-Los accidentes de tráfico siguen siendo la principal causa de muerte entre los más jóvenes. ¿Reducir la velocidad en 10km/h ayudará a reducir esa tasa?
-Es prematuro decirlo, aunque la reducción de la velocidad hace que se controle más el entorno. No obstante, la principal causa de accidentes en coche es porque el que conduce lo hace sin papeles.

-Sin papeles y, en algunos casos, siendo menor de edad. ¿Ve positivo que menores de 16 años conduzcan con el acompañamiento de un adulto?
-Con acompañamiento y criterios bien definidos sería bueno porque cualquier habilidad motora, mientras más joven se adquiere, menor es el peligro.

-¿Se ha detectado en su unidad un aumento de lesionados por accidentes con la bici?
-Sí que hemos registrado un aumento de lesionados leves y moderados por colisiones y atropellos, pero no con grandes consecuencias de discapacidad. Estamos estrenándonos en este modelo de movilidad que yo veo excelente aunque mejorable.

-¿Qué es lo más duro a la hora de trabajar en este área?
-Lo más difícil para el paciente, para la familia y para los profesionales no es el dolor físico sino el momento en el que hay que comunicar al paciente que el proceso es irreversible. Entonces no estaremos en un proceso de rehabilitación sino de readaptación. En términos coloquiales, el paciente y su familia entienden que tienen que reinventar sus vidas.

-¿Y cómo se trabaja con la familia? ¿Cómo reacciona?
-Hay familias que no entienden cómo un joven que salió con 20 años andando de casa vuelve a ella en una silla de ruedas.

-¿Y se asume que todo no se puede rehabilitar?
-No. La rehabilitación se asume muy bien pero cuando se empieza a hablar de readaptación ya empiezan a aparecer los problemas. La palabra rehabilitación es mágica. La tenemos asociada a los futbolistas. Gente joven, con roturas que no dejan secuelas... No es la situación de la mayoría. Lo que sí podemos hacer la mayoría es readaptarnos y vivir una vida plena. Este es el mensaje a transmitir. Ahí está Stephen Hawking, uno de los físicos más grandes de todos los tiempos, con una enfermedad degenerativa y que sigue hablando del universo.

-¿Dónde está entonces el límite? ¿Cuándo se decide que no se puede hacer más?
-No podemos seguir con un entrenamiento físico cuando sabemos que no lograremos restituir la función perdida. No podemos seguir eternamente pensando en que vamos a volver a ser lo que fuimos. Esto es como la vida misma.

-¿Hace falta en Andalucía un centro para lesionados medulares como el que hay en Toledo?
-En Andalucía tenemos una atención de gran nivel. Algunos lesionados de Andalucía oriental han estado yendo al hospital de Toledo, pero en breve los rescataremos. Se derivarán al Virgen del Rocío por fases para no crear perjuicios. Nuestros hospitales tienen un nivel científico y técnico de reconocida valía internacional.

-Supongo que se habrá enfrentado a situaciones en las que sus pacientes le han planteado la idea de la muerte. ¿Qué opina de la Ley de Muerte Digna?
-(Suspira) Me parece correcto que la persona tenga información para después decidir lo que le parezca mejor. Con todos los rigores de la Ley, creo que sí, que prolongar la vida en condiciones inhumanas no tiene sentido.

-Con el envejecimiento de la población, ¿se puede producir una saturación del servicio de rehabilitación?
-Se tiene que pasar de la atención sanitaria a la primaria y a acuerdos de salud con los ayuntamientos para que se fomente la actividad de mantenimiento para los más mayores.

-En uno de sus estudios alertaba de que eran pocas las mujeres enfermas de corazón que acudían a la rehabilitación cardíaca, alegando que tenían responsabilidades que atender. ¿Ha cambiado esto entre las generaciones más jóvenes?
-Hay un fuerte componente de autoexclusión por parte de la mujer de los programas de rehabilitación: "¿yo cómo voy a ir un mes a rehabilitación si mi hija se va a trabajar y yo me quedo con los nietos?". Pero también es cierto que las mujeres más jóvenes se cuidan más. Son más proclives. Afortunadamente.

-¿Qué consecuencias tendrán los avances en la investigación genética en su campo?
-No quisiera transmitir expectativas falsas, pero nuestra comunidad ya tiene en cuenta esta línea de investigación a medio plazo. Ya hay trabajos experimentales en los que se ha logrado, con toda la prudencia del mundo, alguna recuperación de la movilidad.

  • 1