Cultura

Lo que duerme en el cuerpo de Miguel Ángel Vargas y La Chimi

el 24 nov 2011 / 20:50 h.

Marcelino, lamentándose en la banda.
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No hace muchos meses contábamos las excelencias del lebrijano Miguel Ángel Vargas, gitano de mucho talento, buena preparación universitaria y un bagaje profesional muy importante en el mundo del teatro y la producción de espectáculos de flamenco. Lo propusimos incluso como posible director de la Bienal ante la estupefacción de unos y el alborozo de otros.

La propuesta provocó que se hiciera público el nombramiento de la admirada compañera Rosalía Gómez, pero miles de personas en todo el mundo supieron que en Lebrija, la tierra del mosto bueno y del buen cante gitano, residía un joven productor con magníficas ideas y una concepción de lo jondo más que prometedora, lejos de la chabacanería y siempre cerca de la pureza, la riqueza cultural y el paisaje de su pueblo. Esta semana lo traemos de nuevo a nuestra tribuna flamenca para promocionar su última propuesta, Zarabanda, lo que duerme en el cuerpo de los gitanos, obra que se estrenará hoy en Lebrija y que ha sacado adelante sin apoyos, pero con la ilusión de que su trabajo y el de la bailaora californiana La Chimi sea visto y apoyado para que encuentre un sitio en la red de teatros andaluces, nacionales e internacionales. No es nada fácil la empresa, pero ha puesto toda la carne en el asador y, sin duda, el alma. Lo mismo que La Chimi.

¿Quién es esta bailaora? Su verdadero nombre es el de Lakshmi Basile y nació hace 29 años en San Diego, California. Hija de una argentina y un norteamericano de ascendencia checoslovaca, ambos músicos, con 8 años de edad salvó a su hermana pequeña de ser atropellada y el dinero de la indemnización del accidente, al que accedió ya de adulta, lo destinó en parte para aprender a bailar flamenco, su gran pasión.

Llegó a Sevilla con 20 años y el pasado mes de agosto causó admiración en el Festival Internacional del Cante de las Minas, a pesar de que no la premiaron y que quedó en segundo puesto. Lejos de desanimarse, esta enamorada de lo jondo que se mira en los espejos de Angelita Vargas y Manuel Carrasco, está dispuesta a hacerse un sitio entre las más flamencas y Miguel Ángel Vargas le está ayudando a conseguirlo. La obra que se estrena esta noche en el Teatro Juan Bernabé de Lebrija está hecha a su medida. El productor y director parte de un viejo cartel flamenco, de 1781, que anunciaba una fiesta de gitanos en la Venta del Caparrós, en el camino que iba de Lebrija a Jerez. En el cartel aparecía este curioso texto: "El demonio duerme en el cuerpo de los gitanos y se despierta con la Zarabanda. Aviso. En la Venta del Caparrós a media legua de Lebrija a 9 días de julio de 1781.

Danzas de la autora Andrea la del Pescado. Mojiganga del Caracol. Cuatro parejas de hombres y mujeres". Será como un apasionante viaje en el tiempo para rendir tributo a la memoria, con La Chimi como protagonista y las colaboraciones del dibujante Miguel Alcalá y, entre otros, el gran cantaor local Diego Vargas, el gitano que lleva a Juan Talega en el alma. Es un estreno mundial y será en Lebrija, el pueblo donde nació Diego Fernández Flores El Lebrijano, que luego se hizo trianero de adopción para fundir Lebrija con la Cava aprendiendo de Frasco el Colorao, los Cagancho y los Pelao. No se lo pierdan.

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