Las familias de los compañeros de tumba de Federico García Lorca esperan cerrar una etapa de 73 años de silencio y desconocimiento con la apertura de la fosa. Sin embargo, es posible que al destapar los secretos de la tierra surjan sorpresas. Hay quien, a las claras, duda de que el poeta se encuentre allí; hay quien dice que quizá nunca se encuentre a Lorca. El antropólogo granadino Miguel Botella, uno de los expertos universitarios que colaboran con la Junta, explica que dar con los cadáveres "será fácil", porque están a un metro de la superficie. Sólo la meteorología, que empieza a ser adversa en otoño, puede complicar las labores. Si no fuera así, en una semana o diez días todo estará acabado. "Son pocos cuerpos", recuerda.
Los datos que maneja la Diputación de Granada, con el relato de al menos ocho expertos -Ian Gibson, Antonio Ramos Espejo, Eduardo Castro- y varios testigos, sostienen que sin duda el dramaturgo se halla en el triángulo que forman un olivo, una acequia y el monolito en homenaje a los muertos, entre Víznar y Alfacar, una zona solitaria que a la escritora Marguerite Yourcenar le parecía "la tumba más hermosa del mundo para un poeta". Sin embargo, tanto Botella como la historiadora de la Asociación Granadina de Memoria Histórica Isabel Brenes, sostienen que "es posible" que el poeta no se encuentre allí. "No es descartable, porque desde hace mucho se sabe la localización de la fosa y ha habido intereses sobre este caso. Puede que su cuerpo cambiara de sitio y no esté con sus compañeros de esa noche", añade Brenes, quien reconoce que son "numerosas" las historias de que Lorca fue sacado de la fosa poco después de su muerte. "Si no lo encuentran, la familia debería dar explicaciones", añade, pese a que desde la Fundación García Lorca siempre se ha negado que hubiera movimientos con el cuerpo.
El profesor Botella añade que no sólo es posible, sino "probable" que Lorca no esté donde actualmente se le honra. "En esta zona debe haber muchísimas otras fosas, puesto que a lo largo de el mes de agosto de 1936 hubo muchas muertes en las cercanías. De hecho, no lejos de allí se encuentra una macrofosa con no menos de 4.000 muertos. La zona estuvo, además, muy transitada, por lo que los movimientos fueron constantes y nada hubiera llamado la atención", señala.
En lo que no entran ninguno de los expertos es en las teorías, casi de leyenda urbana, que dan a Lorca por vivo, que lo convierten en un pobre lisiado que escapó de la muerte y acabó muriendo en un convento, sin hablar ni escribir. "Eso, para quien guste de historias truculentas; nosotros nos basamos en la ciencia", rechaza la historiadora.
Se halle o no a Lorca, la apertura de la fosa será "trascendental" porque, como afirma Nieves Galindo, nieta del profesor asesinado, "se podrán saber las circunstancias del fusilamiento, si hubo o no maltrato previo, si hubo saña o tiros de gracia". "Es muy duro, pero queremos saber exactamente qué le pasó a los nuestros", justifica. Las investigaciones de que disponen afirman que los matarifes emparejaron a Lorca con el maestro y pusieron juntos a los banderilleros. Sin embargo, al conocerse que hay un quinto fusilado, Roldán, las teorías iniciales "cambian". "Eso ya da igual. La Junta va a abrir, a localizar unos huesos y a dar parte al juez. Sabemos que los nuestros, estén como estén, podrán ser rescatados y es eso lo que importa", concluye.