Cultura

Loach ataca la «ilegal» y «monstruosa» guerra de Iraq

el 21 may 2010 / 19:35 h.

El británico Ken Loach denunció en Cannes las torturas en Iraq con 'Route irish'.

El cineasta británico Ken Loach continúa fiel a su cine de denuncia y en este caso le toca a la “ilegal” y “monstruosa” guerra de Iraq a través de Route irish, un filme presentado ayer en la competición de Cannes y que se centra en los mercenarios que actúan en el país con total impunidad.


Y que sirve a Loach como excusa para criticar duramente la guerra y la forma en que se puso en marcha, a partir de unas mentiras de los gobernantes de la época, que no han pagado por ello, señaló Loach en la rueda de prensa de presentación del filme.

Protagonizada por Mark Womack, un conocido actor de televisión que hace su debut en la gran pantalla, el filme cuenta cómo su personaje, Fergus, se enfrenta a la muerte de su mejor amigo, Frankie, mientras trabajaba como seguridad privada en Iraq.

Fergus inicia una investigación que permite a Loach reconstruir el conflicto de Iraq, especialmente cómo ha afectado a los iraquíes y cómo se oculta el lado más terrible del conflicto.

Y, como siempre, Loach trata de buscar “la verdad en el personaje, en la situación” y se centra en el creciente proceso de privatización del ejército como ejemplo de lo que está ocurriendo en la sociedad. “Se está privatizando todo hoy en día: las prisiones, los hospitales...., cualquier cosa de la que se pueda sacar dinero”, lamentó el realizador.

Un aspecto de la guerra de Iraq que le sirve al director de Hidden agenda (1990) o Land and freedom (1995) para hablar de un tema que le preocupa desde siempre y sobre el que llevaba tiempo queriendo hacer una película. Y, dijo, la cuestión no era si había que hacer el filme, sino en cómo hacerlo.

Junto a su guionista habitual, Paul Laverty, buscó una historia para hacer la película y la encontró en los mercenarios que trabajan en Iraq. En concreto, en los que se dedican a proteger a quienes deben recorrer la llamada Route irish (ruta irlandesa), una de las más peligrosas de Iraq, que une el aeropuerto de Bagdad con la llamada “zona verde”, un área fortificada de la ciudad y en la que estos mercenarios disparan antes de preguntar, aunque el objeto de esos disparos sea un niño.

La historia incluye escenas bastante violentas, como el interrogatorio y tortura de uno de los sospechosos de la muerte de Frankie a manos de Fergus.

Una escena clave en el filme, según adujo ayer Loach en Cannes, demuestra que bajo tortura se dicen las verdades que quiere escuchar el torturador, lo que demuestra que es muy difícil decir la verdad en esos casos.

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