Casi 50 años en el mundo de la música avalan al cantante de boleros por excelencia. Moncho afronta su disco número 36, El tio Moncho, rodeado de artista de la talla de Lolita, El Cigala o Niña Pastori. Un álbum con tintes de homenaje a toda una vida en el que se apuesta por el bolero de aires flamencos.
Moncho siempre ha reivindicado ser el único gitano que canta boleros con aires de rumba. El artista lo explica con claridad: "Me crié en Barcelona, en Gracia, rodeado de todos los artífices de la rumba catalana, son mis raíces". Esas raíces están más presentes que nunca en El tio Moncho, un disco en el que participan artistas muy cercanos al boleristas.
La Nina Pastori, Diego El Cigala, Lolita, Las hermanas Bautista, Tomatito y suma y sigue. Quizás por eso, el disco "más flamenquito" de su dilatada carrera musical: "Los aires de rumba siempre han ido conmigo, pero es cierto que los pedazo de músicos que han colaborado en el álbum le han impregando su estilo inconfundible", asegura Moncho.
Con la ilusión intacta, el veterano artista cuenta con satisfacción cómo ha fue el proceso de grabación del que ya es su disco número 36: "Es un trabajo que rezuma cariño y respeto, se nota que las colaboraciones han sido de corazón. Hemos trabajado mucho y hemos disfrutado mucho. Ha sido una experiencia inolvidable". Sin embargo, y pese a lo que parezca, Moncho no cree que éste sea un álbum homenaje: "Si fuera un homenaje significaría que me retiro, pero no es así, aún queda Moncho para rato".
Fruto de ese cariño con el que han trabajado en este disco es el propio nombre del álbum. "Le pusimos El tío Moncho porque nosotros nos llamamos todos primos, pero de repente me decían tito, y de la broma se quedó este nombre que creo que refleja muy bien que es un disco hecho con el corazón", afirma.
Para los seguidores incondicionales de Moncho y para los curiosos que quieran saber más de El tío Moncho, la edición de este disco viene acompañado de un DVD en el que se muestra el día a día de las grabaciones. Un mini documental que pone de manifiesto que el bolero no pasará de moda nunca: "Tarde o temprano el sentimiento del bolero llama a nuestra puerta.
No hay edad para el bolero como no hay edad para el amor", señala, "también es cuestión de acercarlo a los más jóvenes. Soy un artista que siempre ha innovado, quizás de los primeros que se atrevió con la fusión de estilos con la rumba, el bolero y los arreglos jazzísticos. Por ejemplo, en mi primer disco, allá por 1963 había tanta mezcla que no se sabía si eso era carne o pescao, era una cosa rara que gustó".
