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Londres ordena a sus soldados a sobornar a los reclutas afganos

El nuevo manual de instrucciones británico anima a hablar con los talibanes.

el 17 nov 2009 / 20:40 h.

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Gordon Brown en una visita a Afganistán.

Las fuerzas británicas destacadas en Afganistán deberían comprar con dinero a eventuales reclutas de los talibanes, según un nuevo manual de instrucciones del Ejército, del que informó ayer el diario The Times.

También se aconseja a los jefes militares británicos a hablar con los dirigentes insurgentes aunque éstos tuviesen sangre en las manos para intentar acabar cuanto antes el conflicto afgano teniendo en cuenta sus costes económicos y sociales.

Esas instrucciones para la contrainsurgencia representan una revisión estratégica de los responsables militares después del fracaso de los esfuerzos por derrotar a los talibanes que siguen teniendo mucha influencia en la región y pagan unos diez dólares al día a quienes se unen a su lucha contra las fuerzas invasoras.

Debido a esos pagos el nuevo manual indica que los comandantes del Ejército británico deberían sobornar a los afganos para impedir su reclutamiento por los talibanes. "Los varones en paro o subempleados en edad militar constituyen la mayor cantera de reclutas para los talibanes", señalaba el manual. Los jefes militares británicos destacados en Afganistán se quejaban también de que tienen menos dinero disponible para sobornar a los locales que sus colegas estadounidenses. "La mejor arma para la contrainsurgencia es no disparar. En otras palabras, utilizar el oro (para sobornarlos), aunque hay que hacerlo con inteligencia", recomendó el general Paul Newton.

Mientras la opinión pública con una mayoría del 71% desea que las tropas británicas abandonen Afganistán, los políticos del Reino Unido adoptan posturas contrarias.

Estrategia. El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, defendió ayer ante la Asamblea Parlamentaria de la Alianza Atlántica que las tropas aliadas permanezcan en Afganistán para evitar una vuelta al poder de los talibanes. "Yo, tanto como cualquier otra persona, quiero traer de vuelta a la seguridad de casa a nuestras tropas, pero no podemos dejar un vacío que los talibanes llenarían rápidamente y bajo cuyo paraguas le seguiría Al Qaeda", dijo el ministro británico.

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