Los Gobiernos británico e irlandés fijaron ayer un plazo de 48 horas para que los partidos norirlandeses lleguen a un acuerdo sobre el futuro del Ejecutivo autónomo de poder compartido. En una rueda prensa conjunta con su homólogo irlandés, Brian Cowen, el primer ministro británico, Gordon Brown, explicó que han presentado a las formaciones una serie de propuestas que pueden formar la base para sellar un acuerdo.
Ambos mandatarios dieron de plazo hasta este viernes para que los partidos de la provincia decidan el siguiente curso de acción, que debería desembocar en la devolución a la autonomía de las competencias de Justicia e Interior, actualmente administradas por Londres. En caso de que no hubiera "progresos sustanciales", advirtió Brown, los dos Gobiernos harán públicas sus "propias propuestas".
Según apuntó el premier británico, Londres y Dublín creen que la devolución de las competencias podrá decidirse en votación en la Asamblea norirlandesa en marzo, mientras que el proceso de transferencia de los poderes a las instituciones autonómicas podría comenzar en mayo. "No puede subestimarse la importancia que tienen estas decisiones para el futuro", dijo.
Durante los últimos días, el Sinn Fein, socio del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) ha dejado entrever que abandonará el Gobierno de poder compartido si los unionistas no acceden a fijar una fecha para la devolución de las competencias.