Manuel Ruiz de Lopera continúa ingresado en la Clínica de Fátima por culpa de una neumonía y una "pleuropericarditis aguda", dos patologías con un pronóstico "grave", pero su evolución es buena y los médicos confían en que vaya a mejor. La situación no era tan tranquilizadora hace dos días.
El Betis volará esta tarde hacia Palma con la sana intención de vencer mañana al Mallorca y conseguir tres puntos importantísimos en su pelea contra el sufrimiento. La victoria vendría muy bien a otro hombre que estos días también está sufriendo mucho, Manuel Ruiz de Lopera. El máximo accionista, hospitalizado desde el jueves, sigue convaleciente de una neumonía que además le ha afectado a las zonas que hay alrededor de los pulmones y el corazón, aunque su evolución es positiva.
"Es grave, pero está evolucionando bien", explicó el doctor Tomás Calero, jefe de los servicios médicos del Betis. "Es una enfermedad seria, pero su tolerancia al tratamiento es magnífica y confiamos en que todo se solucione por completo en pocos días", destacó el doctor Emilio Mora, jefe del servicio de Medicina Interna de Fátima. Todavía no se sabe cuándo tendrá el alta, aunque lo más normal es que Lopera pase el fin de semana en el hospital.
La impresión de los especialistas, de todas formas, es mucho mejor que el jueves. "Ayer estaba más afectado y temíamos otra situación; hoy está mucho mejor. Está recibiendo tratamiento intravenoso y gimnasia respiratoria y su estado es cada vez más tranquilizador", reconoció el doctor Mora, quien explicó cómo había sucedido todo: "El martes tenía dolor en el pecho y fiebre. Le dejamos un tratamiento, pero el jueves se habían agravado los síntomas y por eso decidimos ingresarlo".
El internista de Fátima también supuso que la dolencia tiene un origen vírico. En otras palabras, "un catarro mal curado", como apostilló con más llaneza uno de los muchos visitantes que ayer pasaron por la habitación de Lopera. El doctor Mora corroboraba que "lo más frecuente" es que la neumonía provenga de un catarro y el mismo paciente piensa que la culpa es de los cambios de temperatura y de pasar de habitaciones con aire acondicionado a otras en las que no hay, según comentó a quienes lo vieron. Lopera está deseando volver a su casa y los médicos casi tuvieron que frenarlo en su primer día en la clínica. Hoy le harán un TAC de tórax y una ecografía del corazón. Basándose en los resultados, los doctores decidirán qué hacer.
Desfile de visitas. Aprovechando que ayer no debía someterse a ningún examen, Lopera recibió la visita de Paco Chaparro, Juanito, Oliveira, Casto y el delegado, Víctor Antequera. Antes había departido con el presidente, José León, y el responsable de las instalaciones, Salva. Después charló con ex directivos como Balbino de Bernardo, Enrique de Haro o Juan Luis Aguado, sin olvidar al consejero Diego García León y al gerente, José Antonio González Flores. "Está bastante recuperado, aunque creo que estará aquí tres o cuatro días. Estábamos asustados", dijo Chaparro tras la visita. Juanito también vio al jefe "con un aspecto saludable para cómo lo habían pintado, incluso de buen humor". "Nos ha pedido que le demos una alegría y vamos a intentar dársela", reveló. Oliveira confió en ganar al Mallorca "porque es lo que más ilusión le haría". "Esto es lo que antes se llamaba una pulmonía", intervino León, mientras que el ex portavoz Aguado era prudente: "No es para temer por su salud, pero sí para preocuparse. Le hemos aconsejado que se tome las cosas con calma, que ya tenemos una edad para ir con cuidado, y él reconoce que tenía que haber venido antes".
