Manuel Ruiz de Lopera y la jueza que instruye la causa contra él por un presunto delito societario, Mercedes Alaya, se verán frente a frente el 18 de mayo. Pero no será por ese caso, sino por la denuncia del máximo accionista contra los aficionados que se reunían cada miércoles en la calle Jabugo. Estos béticos ya ganaron el primer juicio, aquel en el que Lopera dijo aquello de que "¿que vienen a cantar villancicos, si me quieren matar?", pero el dirigente presentó una nueva denuncia y casualmente será tratada por el Juzgado de Instrucción número 6, el mismo que tramita la causa del presunto delito societario. La jueza Alaya, por cierto, ha sido eximida de nuevos casos mientras resuelve los que tiene pendientes, entre ellos el de Mercasevilla y el de Lopera. Durante tres meses, prorrogables a seis, estará más liberada.
