Natural de Nueva Zelanda, con una belleza desaliñada, aspecto retraído y un EP (trabajo de 25 minutos máximo) repleto de canciones lánguidas y un disco --Pure Heroine-- publicado en septiembre, pocos hubieran vaticinado que esta joven de 17 años llegaría a lo más alto de las listas de ventas. Pero no solo ha conseguido eso. Tras desbancar a Miley Cyrus y Katy Perry en la lista Billboard americana con su sencillo Royals, Lorde se dedicó a dar cera a todas sus compañeras de profesión y poco después, y para sorpresa de muchos, a grabar su participación en la banda sonora de la secuela cinematográfica de Los juegos del hambre, que según lo previsto se pondrá a la venta en España el próximo martes. En el disco también colaboran artistas como Patti Smith, Imagine Dragons o Coldplay.
Todo por la libertad o el placer. Nada dura para siempre. Todos quieren dominar el mundo, canta la joven neozelandesa, como si de un presagio se tratase, en su oscura versión del Everybody wants to rule the world, de Tears for Fears, que figura en la banda sonora.
Quizá pensando que en el mundo del pop pocos duran para siempre, Ella Yelich O'Connor --como se llama esta joven promesa en realidad-- ha aprovechado al máximo su momento de gloria. Wow, soy número uno en iTunes. Estoy feliz. La parte mala son todos esos fans de Miley Cyrus diciendo que van a matarme, escribió la artista, a la que muchos han comparado con Lana del Rey por su pasado indie. Un símil que no pareció hacerle mucha gracia a la intérprete, que no dudó en dejar claras sus diferencias con la estadounidense y, de paso, con el resto de divas del pop.
NO' A DAVID GUETTA Cuando escuchaba a Lana pensaba en lo poco sano que es para las chicas jóvenes. Todo el rato está en plan no soy nada sin ti' y toda esa desesperación del no me dejes'. No creo que sea un buen mensaje ni para ellas ni para la juventud en general, explicó Lorde, que no tardó en extrapolar la reprimenda al resto de colegas de profesión. Hay muchas mujeres en esta industria que no le están haciendo ningún bien a todas sus fans. Ciertas divas del pop actual dicen yo no soy feminista'. Pues desde aquí les digo: por ahí no vas bien.
Tras rechazar una colaboración con David Guetta y un show con Katy Perry, se ensañó con Selena Gomez y Taylor Swift. Estoy harta de ver a las mujeres pintadas así, dijo del último sencillo de Gomez, Come & get it (Ven y tómalo, en castellano), a la que considera un tanto suelta. A Swift, en cambio, la ve demasiado perfecta e inalcanzable.
Una perfección de la que ella reniega, igual que de las excentricidades y los lujos. Ha sido precisamente su sencillez, unida a su talento, lo que la ha hecho triunfar. De momento ya puede presumir de ser la primera artista solista neozelandesa en tener una canción número uno en los Estados Unidos.
