Un gran ramo de flores y una pancarta que rezaba “Bienvenida, campeona, te queremos Lore7”, esperaba a Lorena Miranda Dorado, que apareció tras la puerta de la zona de recogida de equipajes algo cortada. “Es que es muy tímida”, decía uno de sus amigos del CW Dos Hermanas, el equipo en el que esta ceutí nacida el 7 de abril de 1991 se ha formado en las últimas cuatro temporadas. A la ciudad nazarena llegó con 15 años, y en este camino también ha ganado un título mundial júnior. “Estoy contenta de volver a casa, de estar en mi tierra, desde donde nos han apoyado tanto”. Su novio, Adrián, portero del equipo senior del club nazareno, ya portaba entonces la mochila del equipo nacional, rotulada con el nombre de Lorena. “Pues sí, esto es un pelotazo para el waterpolo femenino. Nuestro objetivo era estar en cuartos de final, y aquí está esta medalla.
Pesa un poquito, pero es súper bonita”, decía sonriendo mientras miraba el metal plateado. “Aún no sé dónde la pondré”. La sonrisa sólo la perdió brevemente cuando habló de la final ante Estados Unidos, y asomó tal vez un deseo de revancha. “Físicamente son muy fuertes, pero nosotras no estuvimos acertadas. Quizás pesó que somos principiantes”, dijo la jugadora internacional, que subrayó el hecho de que era la primera vez que el combinado femenino de waterpolo acudía a unos Juegos, de la mano de otro subcampeón olímpico, Miki Oca, plata en Barcelona 92. Quizás haya oportunidad de revancha el año próximo en el Mundial de Barcelona. “Estarán los mismos equipos, será como revivir los Juegos Olímpicos”, dijo Miranda, que mañana cruzará el Estrecho para ir a Ceuta y encontrarse con sus familiares. Sus padres han estado con ella en Londres. Ahora se tomará unas merecidas vacaciones. En el aeropuerto, donde acudieron también Francisco Rodríguez y Javier Conesa, en representación del Ayuntamiento de Dos Hermanas y el Patronato Municipal de Deportes nazareno, -->--> no paró de hacerse fotos, con amigos, directivos del club y curiosos, que no desaprovecharon la ocasión de tener por unos segundos una medalla olímpica entre sus manos.