Paco seguía ayer emocionado la comparecencia ante los medios de comunicación del alcalde de Sevilla. Juan Ignacio Zoido anunciaba públicamente que el próximo miércoles, 13 de julio, Urbanismo otorgará finalmente la licencia para que comiencen las obras que lo devolverán a su casa y su barrio de siempre, Regiones Devastadas, a final de 2013.
Pendiente de los informes favorables de Bomberos y Medio Ambiente, el proyecto, impulsado en el anterior mandato municipal y respaldado por Zoido cuando estaba en la oposición, se estancó hace ocho meses en la Gerencia de Urbanismo. El "buen trabajo" del nuevo delegado, Maximiliano Vílchez, según destacó el alcalde, ha permitido "agilizar estos trámites". No obstante, el 19 de mayo, días antes de las elecciones municipales, Emvisesa ya anunció el inicio de las obras.
Paco, vecino de toda la vida de Regiones Devastadas, no podía ocultar la emoción al enterarse de que las obras empezarán el mismo miércoles. Y es que no ve el momento de volver a casa. Cuando el entonces portavoz de la oposición visitó por primera vez sus viviendas, "apuntaladas, con los desagües rotos", no creyó en que algún día podrían, al menos, soñar con un ecopiso -según la terminología empleada por los arquitectos que han diseñado el nuevo barrio- en su misma calle.
El estado de ruina era tal que, tras varias mociones en el Ayuntamiento y en el Parlamento, los técnicos concluyeron que lo mejor era demolerlo todo y volver a construir. Estos trabajos comenzaron a finales de 2009. En septiembre de 2010, se derribó el último bloque. Sin embargo, las máquinas no habían vuelto a entrar en estos terrenos hasta hace unos días. "Están limpiando el solar y sacando a la luz los antiguos cimientos de los bloques", explicó el alcalde.
La intención es que todo esté listo para que el mismo miércoles, en cuanto se conceda la licencia de obra, comiencen los trabajos para la construcción de los 220 pisos, distribuidos en cinco bloques de siete plantas y pensados expresamente para las 210 familias que tuvieron que dejarlos hace un año y que podrán volver "en el último trimestre de 2013". Y lo mejor para los vecinos es que mantendrán el alquiler de renta antigua que pagaban cuando dejaron atrás aquella ruina: 3 euros mensuales. Así lo acordó en Pleno el Ayuntamiento de Sevilla, cuando se dio vía libre a este proyecto. "No puede ser que ahora se les exija unas condiciones que no pueden pagar", insistió el alcale. Sus nuevos pisos, de 70 metros cuadrados, contarán además con trasteros, un parking subterráneo y galerías comerciales.
El coste total de la actuación (edificación, reurbanización equipo técnico y realojo) es de 26,7 millones de euros, de los que el Ministerio de Fomento aporta el 65,69% (17,5 millones de euros) y el resto (34,31%, 9 millones de euros) la Junta de Andalucía. El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Emvisesa, se encarga de la gestión de las obras.
