El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, aseguró ayer que después de completar una segunda ronda de contactos con los líderes europeos continúa sin haber acuerdo sobre los nuevos altos cargos comunitarios: el presidente y el ministro de Exteriores de la UE.
También pidió la colaboración de sus colegas y advirtió que la cumbre de hoy en Bruselas podría ser muy, muy larga.
Reinfeldt, encargado de las negociaciones como presidente de turno de los Veintisiete, dejó claro además que, ante esta situación, la decisión sobre el nuevo presidente y el jefe de la diplomacia comunitaria podría tomarse sin consenso y recurriendo a la mayoría cualificada prevista en el Tratado de Lisboa. Recordó además que en el caso del Alto Representante para la Política Exterior la persona elegida por los jefes de Estado y de Gobierno debe recibir el visto bueno del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y de la Eurocámara.
El primer ministro sueco admitió que está encontrando dificultades para sacar adelante la negociación y explicó que lleva hablando "cuatro días completos y parte de sus noches" con sus colegas comunitarios. "¿Tendremos los dos nombramientos mañana -por hoy-? No lo sé. Puede llevar unas horas o puede llevar toda la noche. Ha ocurrido en otras ocasiones en la historia europea", dijo Reinfeldt y recordó que hace falta toda una serie de "equilibrios" en el nombramiento de los dos nuevos altos cargos.
Mientras tanto la ex presidenta letona Viara Vike-Freiberga denunció el machismo de los líderes europeos que dijeron que "no hay mujeres cualificadas" para un puesto como el de presidente de la Unión Europea. "Es una mentira, contra la que deberíamos protestar porque implica que de alguna forma el talento sólo se repartió entre los que tienen un tipo de cromosoma", según declaró Vike-Freiber.
La política letona criticó además el secretismo que rodea las maniobras tendentes al nombramiento de la primera persona que ocupará ese puesto, que comparó con la forma de proceder de la desaparecida Unión Soviética. "Lo primero que deberían hacer (los candidatos) es dejar de esconderse tras sus partidarios y declarar abiertamente que están dispuestos a asumir el cargo. Deberían decir que son candidatos no sólo a los Veintisiete (líderes europeos) sino a toda Europa para que los ciudadanos sepan qué está ocurriendo", explicó.
Quejas femeninas. La misma opinión que de la política letona la compartió una veintena de eurodiputadas que se enfundaron ayer corbata y sombrero de ejecutivo, incluso se pintaron bigotes, para pedir a las puertas del Consejo de la Unión Europea, donde se celebrará la cumbre en la que se decidirán los nuevos altos cargos de la UE, una mayor presencia de mujeres en los principales puestos de decisión. Estas mujeres también pidieron, entre una multitud de periodistas, que al menos uno de los dos cargos sea para una mujer.
Otorgar a una mujer uno de los dos principales cargos de la UE se convirtió en los últimos días en una idea que gana fuerza, después de que dirigentes como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente de la Eurocámara, el polaco Jerzy Buzek, reclamaran explícitamente esta condición.
Hasta ahora, sin embargo, casi todos los candidatos que sonaron con más fuerza son hombres, entre ellos el ex primer ministro británico, Tony Blair, y los jefes de Gobierno de Bélgica, Herman Van Rompuy; Holanda, Jan Peter Balkenende, y Luxemburgo, Jean-Claude Juncker.
Moratinos se autodescarta
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó ayer que no es candidato ni pretende convertirse en el nuevo Alto Representante de la Política Exterior de la UE y que su intención es seguir al frente de la diplomacia española. “Estoy muy contento de ser ministro de Asuntos Exteriores español. No soy candidato. Es verdad que se habla de mí, pero no soy candidato y no aspiro al cargo”, aseguró Moratinos.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmó este martes que Moratinos había sido propuesto por algunos países europeos para ocupar el cargo de Alto Representante de la UE, pero añadió que su deseo era que siguiera en el Ejecutivo de España.
El ministro español señaló también que todavía no hay consenso sobre quiénes ocuparán los nuevos puestos e hizo hincapié en que los socialistas aspiran a que uno de sus representantes sea presidente permanente de la UE, a pesar de que la mayoría de las voces señalan que será de un partido de centro-derecha. Según Moratinos, quienes ocupen los dos cargos deben tener una “personalidad fuerte y con visión europeísta”.
También la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, elogió ayer al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y señalo que aunque él no aspire al cargo de Alto Representante de la UE para la Política Exterior, serán los líderes europeos quienes decidan. Tras señalar que “los mejores siempre salen” en las quinielas, insistió en que las negociaciones son complejas y que confía en que se llegue a un buen acuerdo tanto para los dos altos cargos por decidir.
