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Los acuerdos de Estado de Zapatero y Rajoy

La reunión de ayer de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa se desarrolló en los términos previstos. No hubo desaires ni enfrentamientos viscerales. Ambos marcaron distancias mínimas sobre lo tratado y, con posterioridad, hicieron declaraciones con el tono institucional que requería la ocasión.

el 15 sep 2009 / 16:47 h.

La reunión de ayer de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa se desarrolló en los términos previstos. No hubo desaires ni enfrentamientos viscerales. Ambos marcaron distancias mínimas sobre lo tratado y, con posterioridad, hicieron declaraciones con el tono institucional que requería la ocasión. Zapatero informó de las medidas de choque adoptadas por el Gobierno para frenar la crisis bancaria y ofreció a Rajoy dos líneas de actuación entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición: la creación de una mesa conjunta para el estudio de las reformas estructurales anunciadas este verano en materia de transportes y servicios y la convocatoria del Pacto de Toledo en no más de 15 días para el estudio de los efectos de la crisis en el sistema estatal de pensiones. Rajoy aceptó ambas cuestiones y reclamó transparencia en el control de las ayudas que se prestarán a las entidades financieras para que éstas lleguen a las familias y a las empresas españolas. De primeras, ya es positivo que Zapatero y Rajoy se hayan visto y muestren una imagen de una cierta unidad ante todos los españoles y de firmeza y solidez de criterio a los mercados financieros. Al igual que ocurrió con el acuerdo antiterrorista y el pacto por la Justicia, es esencial que PSOE y PP visualicen ante la opinión pública que pueden caminar unidos para enderezar el rumbo de la economía. Sólo ya por eso, el acuerdo de ayer merece la pena. Después de una legislatura marcada por la crispación, el PP ha fijado unas líneas del juego que le permiten mantener su posición crítica de oposición sin que por ello tengan que aparcar la responsabilidad institucional que les pertenece como formación con vocación de gobierno. En momentos de crisis como éste, los españoles reclaman de su clase política la altura de miras que requiere la ocasión. Zapatero y Rajoy están en ello y deben abundar en esta política de pactos entre partidos.

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