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Los acusados de asfixiar a su bebé aseguran que lo cuidaban

Una celadora del hospital declarará para avalar que querían a la pequeña

el 29 oct 2010 / 13:33 h.

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La juez que instruye la causa contra una pareja por la muerte de su bebé de 28 días de vida aceptó ayer citar a un nuevo testigo que, según la defensa, podría demostrar que eran buenos padres y se preocupaban por su hija. La pareja compareció ayer ante la juez de instrucción 19 para la llamada audiencia preliminar, último trámite antes de la apertura de juicio ante un jurado popular por un presunto delito de asesinato por el que la Fiscalía pide para ellos 20 y 13 años de cárcel para el hombre y la mujer, respectivamente.


Fuentes del caso informaron a Efe de que los dos acusados (que residen en la barriada de Macarena Tres Huertas) estuvieron presentes en el acto pero no llegaron a declarar. En el transcurso de esta comparecencia, la juez aceptó la petición de la defensa de tomar declaración a una celadora del hospital Virgen Macarena, donde la recién nacida estuvo ingresada unos días antes de su muerte y que puede confirmar que los padres la querían, se preocupaban e iban a verla. En ese mismo sentido fueron interrogados ayer dos médicos que comparecieron como testigos.


La Fiscalía ha pedido para el padre, Rubén C.O., que cumple prisión incondicional desde que ocurrieron los hechos, 20 años de cárcel por un presunto delito de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco, y para la madre 13 años por homicidio en grado de comisión por omisión. En su relato el fiscal explica que la madrugada del 31 de agosto de 2009 el bebé estuvo llorando toda la noche. A las 5.40 horas la madre le dio el pecho a la niña, pero ésta seguía llorando. Sobre las 6.00 horas el padre se la llevó a otro dormitorio, mientras la madre descansaba en el contiguo, y como no callaba le introdujo con los dedos una bola de papel amasado de cuatro centímetros de largo por dos de ancho.


Poco después la niña se asfixiaba, sin que ninguno de sus padres reaccionara llevándola al hospital. Según explicó la madre en sus declaraciones, la niña comenzó a toser y tener signos de asfixia en sus propios brazos. Aún así, no fue hasta las 6.45 horas cuando la pareja llamó a Urgencias, aunque para entonces la niña ya estaba muerta, según recoge el forense en su informe, en el que dice que la hora de la muerte se produce mucho antes. La autopsia también ha revelado que la niña tenía alcohol en la sangre, pero se desconoce si lo ingirió directamente o a través de la madre.


La defensa, en cambio, asegura que esto se debe a que el padre le había puesto a la niña un papel con alcohol en un labio porque tenía una herida, papel que acabaría tragándose. Por ello la defensa de la pareja, que en un principio admitía un posible delito de homicidio por imprudencia, ha presentado un escrito de calificación en el que pide la absolución de ambos, insistiendo en que el bebé se tragó el papel de manera completamente accidental.
No obstante, lo voluminoso de la bola de celulosa llevó a la juez a decretar el ingreso en prisión incondicional sin fianza del padre, situación en la que continúa al haber sido confirmada en diferentes ocasiones por la Sección Séptima de la Audiencia provincial.

La madre, por su parte, quedó en libertad con cargos el 6 de noviembre de 2009, tras declarar ante la juez que no se enteró de nada de lo sucedido aquella madrugada porque se hallaba dormida.

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