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Los adjudicatarios de las VPO de Sevilla Este protestan por el retraso de la obra

Con todo lo que les ha venido encima en los últimos meses, no se iban a quedar en casa porque cayeran cuatro o mil gotas. En gran parte porque, a fecha de hoy, no tienen vivienda. Buena parte de los 583 adjudicatarios de las VPO de Dolmen en Sevilla Este se congregaron ayer en la Plaza Nueva para protestar porque todavía no tienen las llaves de sus pisos, pese a que la fecha de entrega era para septiembre y han pagado el 20% del precio total de la vivienda.

el 20 nov 2010 / 08:17 h.

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Imagen de la protesta.

 

Ese plazo tenían en mente Arturo Torres y Rosa María Montes, su pareja. Está embarazada de cinco meses y, como no está el piso listo "ni hay respuesta de la empresa", se han tenido que ir de alquiler. "¿Quién me paga ese dinero?", se pregunta Arturo, descontento con la última oferta de Dolmen: la firma de nuevos avales y cambio en la entrega, ahora para el primer trimestre de 2011.


El joven no confía ni siquiera en la clase política, que fue en masa a la primera piedra de la mayor promoción de VPO de Andalucía. El acto fue en octubre de 2008. "Ahora no veo a la ministra [Beatriz Corredor] ni a nadie que nos quiera echar una mano". Sin apenas apoyo, recurrieron al pataleo a las puertas del Consistorio, aunque no hubiera políticos y sí los invitados a una boda, a los que no les haría gracia ni la lluvia ni la protesta. A los manifestantes tampoco.

La mayoría iba paraguas en mano y acompañado por sus padres. Los afectados son jóvenes que esperan iniciar una nueva vida. Manuel Rodríguez es padre de Rosa, una de las adjudicatarias, y lamenta que "tras sufrir tantos años, a la chiquilla le haya tocado la lotería mala". Lo decía mientras la manifestación, con más de 200 personas, se dirigía a la calle Tetuán, donde tiene su sede Dolmen. Ésta ejecuta esta obra promovida por la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, dependiente de la CEA, que declinó hacer declaraciones. En esa sede los gritos eran claros: "Queremos albañiles". Y es que Dolmen no sólo ha ralentizado los plazos. También acumula retrasos en las nóminas a sus trabajadores y en los últimos meses ha ejecutado varios despidos que han dejado las tres promociones de la avenida Emilio Lemos a la mínima expresión.

La presidenta de la asociación Isbilya, María Díaz, ve que esta estrategia "acabará con la paralización de la obra como pasó en verano de 2009", porque ahora "sólo hay cuatro obreros por promoción". Además, señala que no sólo sufren los que esperan la vivienda, sino los que desistieron, y "no les devuelven lo abonado".

La angustia del qué pasará lo transmiten los ojos de Sergio Esquivel y Ana María Rodríguez, de 28 y 26 años, que tras hacer un esfuerzo para hacer frente a la entrada del piso y conseguir ambos su primer trabajo, "ahora no podemos vivir juntos". Muy a su pesar, siguen en casa de sus padres, como Patricia Guisado que desea un hogar para su hijo.

 

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