Los adultos regresan a la escuela

El desempleo anima a los parados sin estudios a sacarse el graduado escolar.

el 20 nov 2011 / 17:31 h.

El profesor Manuel Cordero explica la lección a sus alumnos.

"No cojo un libro desde que salí del colegio, empezamos ahora, a ver cómo se da", afirma Benito Torres (1964). Siempre en la construcción, vuelve al pupitre para hacerse con el título de graduado. "¿Daremos hoy sociales?", pregunta al profesor un veinteañero alto y espigado, mientras aquél recoge las fotos para la matrícula de otra nueva alumna. Manuel Cordero (1955), extremeño de nacimiento, pero criado en Coria del Río, es uno de los dos maestros que trabajan en la Sección de Educación Permanente de Castilblanco , el SEP Siete Arroyos.

"Cuando canta un andaluz, exterioriza su dolor", reza el azulejo de bienvenida en la puerta del aula. Es un homenaje a un flamenco local ya fallecido, Curro Vázquez. Este centro, curiosamente, se ubica en el Hogar del Pensionista de la localidad. Cuenta con dos aulas, más otra habilitada con ordenadores. La obtención del graduado es la opción formativa que mayor demanda registra, el mercado laboral lo requiere. "Aquí la media de edad se mueve entre 20 y 30 años, aunque también viene gente de edad avanzada", señala Manuel. "También hay algunos que, desde aquí, abren las puertas para seguir en Grado Medio o estudiar formación profesional".

Algo ajeno al ajetreo de la educación pública, los pensionistas contribuyen a relajar el ambiente del centro, moviendo fichas de dominó en el patio. Cordero espera que el otro profesor, aun no designado, se incorpore en breve. Mientras tanto, realiza labores docentes y, como jefe de estudios, lleva a cabo tareas de dirección y administración.

Ya facilitó a los alumnos las primeras instrucciones. "Todos los temas, orientaciones, tareas, etc., se realizan a través del portal de la Junta de Educación Permanente, donde cada alumno tiene su acceso personal". Se sigue la modalidad del Instituto Provincial de Educación Permanente de Sevilla (IPEP) , que finalmente evalúa y pone las notas. Tres ámbitos conforman el plan de estudios (científico-tecnológico, comunicativo y social). "Se realizan exámenes trimestrales y también hay recuperaciones en junio y septiembre".

Las clases, a excepción de la mañana del jueves, se desarrollan entre las 4 de la tarde y las nueve de la noche. El absentismo se convierte en el problema más grave. "Son gente mayor, personas que trabajan, con cargas familiares, que atienden su casa; y el clima en invierno, la telenovela...", apunta el maestro.

Los docentes premian la asistencia, pero se muestran flexibles a pesar de las exigencias de algunos inspectores por el seguimiento exhaustivo de las ausencias. "Hay que tener mucho tacto, si se presiona mucho a la gente, el absentismo es mayor." A diferencia de colegios e institutos, donde se encuentran a menudo dificultades para mantener la disciplina, aquí suelen entablarse relaciones cordiales entre alumnos y maestros. "Salvo contadas excepciones, la relación es más distendida, hay confianza e incluso amistad", confiesa Cordero. "Un joven obtuvo el graduado el curso pasado y nos invitó en un bar a todos."

El SEP Siete Arroyos tiene dos grupos: un nivel 1, con 15 alumnos, y un nivel 2, con 35. Este centro comparte instalaciones con una escuela taller y otros programas formativos municipales. "Esto pertenece al Ayuntamiento, que colabora cada año; la Delegación de Educación aporta materiales, los equipos informáticos, etc." Además del curso para la obtención del graduado, existen otras opciones, como el plan de Hábitos de Vida Saludable y el de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) -aprender a utilizar un ordenador-.

En estos dos cursos participa un mayor porcentaje de personas adultas y de mediana edad. "Salvo para el graduado, las matrículas se van ampliando a lo largo del año", señala el maestro. Ambos grupos cuentan con unos 30 alumnos aproximadamente. Además, dependiendo de las circunstancias y la demanda de cada municipio, cada escuela ofrece diversos planes de estudios, que pueden contemplar idiomas.

  • 1