El pésimo estado del ruedo no fue impedimento para que se celebrara el cuarto y último festejo del XXXVI ciclo de promoción de la localidad ribereña. / Foto: Álvaro Pastor Torres
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El pésimo estado del ruedo no fue impedimento para que se celebrara el cuarto y último festejo del XXXVI ciclo de promoción de la localidad ribereña, que comenzó con retraso para intentar recomponer parte del ruedo, completamente anegado por las lluvias caídas a lo largo de la jornada dominical. Fue la única manera de permitir la suelta de las reses enchiqueradas, un serio encierro del Conde de la Maza que, en líneas generales, colaboró con los jóvenes aspirtantes. El empeño de los novilleros en torear y el entusiasmo de los algabeños hicieron posible que el festejo pudiera seguir adelante.
Se lidiaron cuatro erales del Conde de la Maza, manejables y de imponente presencia. Jesús Álvarez, de Santiponce, oreja; Jesús Bayort, de la Macarena, oreja; Juan José Romera, de Granada, silencio; David Martín, de Castilblanco de los Arroyos dos orejas y rabo. La plaza registró más de tres cuartos de entrada y a la finalización del festejo se dio suelta a las vacas de capea a pesar del mal estado del piso.
