Cofradías

Los altares del Corpus decaen en cantidad y también en calidad

El ganador, el levantado por la hermandad de la Sed en Argote de Molina, fue elogiado de forma unánime por su magnificiencia y buen gusto   

el 07 jun 2012 / 19:26 h.

Su presencia en las calles es tan fugaz que, momentos después de pasar la Custodia, de la mayoría de ellos ya no queda ni rastro. Los altares del Corpus, esas obras de arquitectura efímera levantadas para engalanar las calles del recorrido de la procesión al paso del Santísimo, han decaído este año en cantidad y también en calidad. El jurado de esta edición lo ha tenido muy fácil a la hora de emitir su fallo. Con todo merecimiento, el grandioso altar levantado por la hermandad de La Sed en la esquina de las calles Argote de Molina y Placentines, en la parte más alta de la Cuesta del Bacalao, ha resultado el ganador.


En la misma senda estética del que ya sorprendió a los sevillanos el año pasado por su magnificiencia y buen gusto, el altar de los cofrades de Nervión giraba en esta edición en torno a la figura de San Juan de Dios, motivo central de la composición. Dos noches consecutivas de montaje a cargo de un grupo entre 15 y 20 personas, miembros todos del grupo joven de la cofradía de la Gran Plaza, dieron como resultado un altar muy elogiado y con un gigantesco cortinaje como telón de fondo situado a 15 metros de altura.


Cobijada en el dosel de medio punto obra de Cayetando González que pertenció al antiguo altar del Crucificado de la Sed, una imagen seriada de San Juan de Dios, venerada en la capilla del hospital de la Orden de Eduardo Dato, presidia esta composición. Junto al altar, enfermeros, sanitarios y hermanos de San Juan de Dios repartieron folletos y ofrecieron información sobre las actividades asistenciales de la Orden.


El segundo premio en la categoría de altares recayó en el original montaje realizado por la hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina en la sede de Cajasol, en la plaza de san Francisco, recreando con imágenes cedidas por diversas hermandades el cuadro Apoteosis de la Eucaristía, obra de Francisco Herrero y que cuelga de la parroquia del Sagrario.


En la categoría de balcones, el galardón más preciado fue para el establecimiento Casa Rodríguez, una maravillosa composición a dos niveles y presidida por un lienzo de la Inmaculada. Por último, la hermandad gloriosa de la Virgen de la Salud se alzó con el primer premio de exornos en la categoría de escaparates por el montaje realizado en el número 21 de la calle Francos.

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