Sanidad, educación, sistema de pensiones y protección del desempleo son las políticas públicas que los andaluces consideran que hay que priorizar en tiempos de crisis y casi el 80% de los encuestados afirma que se debería gastar más. Un 90% es partidario de una renta básica mínima para todos los ciudadanos y el 93% considera que la sociedad tiene que ayudar a los más necesitados. Para ello, es mayoritaria la disposición a soportar más presión fiscal y, al tener que posicionarse en una escala entre la reducción del gasto y los impuestos (1) o aumentarlos (10), los andaluces adoptan una posición intermedia (5,3).
No obstante, pese a esta disposición, más de la mitad de los encuestados (58,3%) desconfían de cómo se gestionan los ingresos tributarios desde la administración pública. Sólo un 18% cree que se administra bien lo que se recauda. La encuesta pregunta a los andaluces por la valoración de algunas políticas públicas y mientras el sistema sanitario aprueba con un 5,6, la educación suspende con un 4,8 (los andaluces sí dan el aprobado raspón a la política educativa nacional).
En cuanto al rostro de los más necesitados a los que es prioritario ayudar, el 60% de los encuestados sitúan en primer lugar a los mayores que viven solos y un 20% a los parados, un porcentaje más alto de lo habitual que los autores del estudio, los sociólogos Ildefonso Marqués y Antonio Jaime, vinculan a la actual situación de la economía y paro.
El informe pregunta también por diversas alternativas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y, frente a la propuesta ya planteada por el Gobierno de alargar la edad de jubilación a los 67 años, los andaluces no se muestran partidarios. Sólo un 15,8% aceptaría posponer su retiro. Por contra, el 57,6% aboga por combinar el sistema público con planes de pensiones privados financiados por las empresas (que éstos sean pagados por el trabajador tiene menos apoyo, un 12%). Un 14,6% aceptaría reducir la cuantía de las pensiones.
Suspenso a la economía general y un 6,2 a la personal
El 69% de los encuestados señala el paro como el problema más importante de la comunidad, seguido de la crisis con un 12,5%. En tercer lugar el 3,9% de los encuestados apunta directamente a la gestión de los políticos.
Los andaluces entrevistados suspenden con un 4 a la situación económica general tanto a nivel regional como estatal. Sin embargo, al igual que en otros estudios, la percepción de la situación personal es mejor. Los andaluces puntúan con un 6,2 su economía familiar y particular y con un 6,6 la satisfacción con su trabajo. Con todo, son los aspectos con los que están más descontentos, con notas muy inferiores a las que otorgan a sus relaciones familiares y sociales (8,2), su salud (7,6) o su satisfacción con la vida en general (7,3).
Aunque un 83% de los encuestados considera que las diferencias de ingresos son demasiado grandes y el Gobierno debería adoptar medidas para reducirlas, también es mayoritaria la opinión de que el talento y el esfuerzo deben verse reflejados en el salario. Un 68,4% defiende que existan diferencias en función de estos parámetros y un 65% está de acuerdo con pagar más a un trabajador si es más rápido y eficaz en su labor. Esta apuesta por la meritocracia es mayor cuanto más alta es la formación y posición social del ciudadano.
Los andaluces son defensores de un sistema de bienestar social solidario y sostenible hasta el punto de que el 90% es partidario de una renta básica mínima para todo ciudadano y, a la hora de las políticas y los grupos de edad en los que consideran que hay que invertir más, señalan a los mayores solos y el sistema de pensiones junto con la sanidad y la educación.
Es lo que refleja la Encuesta de Realidad Social realizada por el Centro de Estudios Andaluces entre una muestra de 1.200 personas donde, a la hora de reformar el sistema de pensiones para hacerlo sostenible, el 57,6% aboga por combinar el sistema público con el fomento de planes privados pagados por las empresas. Sólo un 15,8% estaría de acuerdo con retrasar la edad de jubilación, una propuesta lanzada hace unos meses por el Gobierno.
El estudio sociológico, realizado por los investigadores Ildefonso Marqués Perales y Antonio Jaime Castillo, indica como ya es habitual que el paro y la crisis son los principales problemas que señalan los andaluces tanto en España como en Andalucía, pero en tercer lugar aparecen los políticos. No obstante, al preguntar a los encuestados por el grado de satisfacción con diferentes aspectos de su vida, el trabajo y la situación económica familiar y personal superan el aprobado (6,6 y 6,2 respectivamente) aunque con una calificación inferior a la de sus relaciones familiares y personalidas, su salud o su vida en general (7).En cuanto a la valoración de la situación económica general de Andalucía se queda en un 4.
Los andaluces se autodefinen de clase media en cuanto a posición social (5,3 en una escala donde el 1 es la pobreza extrema y el 10 la riqueza máxima) e ideológicamente de centro-izquierda (4,5 teniendo en cuenta que el 1 es la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha).
En cuanto a la valoración de los servicios públicos, tanto la sanidad como la educación sacan peor nota en Andalucía que en España si bien la atención sanitaria aprueba (5,6) pero el sistema educativo no (4,8 mientras que el de España se valora con un 5).
