Los partidos andaluces y los expertos coinciden. No hay ningún ambiente de movilización y el próximo 7 de junio los andaluces podrían batir el récord de abstención que cosechó hace dos años el referéndum del Estatuto (63%). Ya en las europeas de 2004, seis de cada diez se quedaron en casa.
Andalucía es la comunidad que más dinero ha recibido en fondos comunitarios. Europa ha transformado su fisonomía y su vida. Basta echar un vistazo a sus autovías. Solventes estudios aseguran que las ayudas europeas que han llegado en los últimos 24 años han elevado la renta anual de cada andaluz unos 440 euros. Hoy, de cada 100 euros que la Junta gasta contra la crisis, 18 llegan de Bruselas. Pero los andaluces no se diferencian del resto de sus vecinos. Para ellos, Bruselas sigue muy lejos. Entienden las elecciones europeas como un cita de segundo orden, en las que hay poco en juego, aunque desde allí se decida el 70% de sus leyes.
La participación de los andaluces en estas elecciones -las del 7 de junio serán las sextas- registra siempre datos en la media o por debajo de la media. Además en retroceso. Ha caído 25 puntos desde la primera cita de 1987. Entonces acudió a votar el 68,5% de los andaluces. Hace cinco años, el 40,88%. El dato fue aún más bajo en el referéndum de la Constitución Europea de 2005. Votó el 40,3%. Cerca del 36,2% de participación que tuvo el referéndum del Estatuto, en febrero de 2007.
El sociólogo del Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía (IESA-CSIC) Braulio Gómez subraya que en las últimas europeas Andalucía cosechó cuatro puntos de abstención por encima de la media española. Esa, augura, volverá a ser la tendencia. "No hay ningún contexto de movilización, podría batirse el récord de abstención del Estatuto", certifica. Lucía Millán, catedrática de Derecho Internacional de la Univesidad Pablo de Olavide, apunta en referencia a la crisis económica que "los asuntos internos de un Estado siempre influyen en estas elecciones" y aunque no se atreve a pronosticar con rotundidad si en esta ocasión elevará la abstención o la participación, se inclina por lo primero.
Los partidos andaluces lo tienen claro. El secretario de Comunicación del PSOE-A, Miguel Ángel Vázquez, admite que son muy conscientes de que el nivel de movilización "es bajo" en el inicio de la campaña. Manejan que las cifras se mantendrán respecto a las últimas europeas (40% de partipación), aunque no descartan que sean incluso "menos". En el PP-A desconfían de que los sondeos reflejen una mayor movilización de su electorado.
La politóloga Fabiola Mota, investigadora del Centro de Estudios Andaluces, asegura que los mayores responsables de la distancia del electorado andaluz con Europa son sus políticos locales y regionales. "Cuando los ciudadanos no están satisfechos con algo le echan la culpa a Bruselas, si se hace bien se atribuyen el mérito ellos". Los partidos, añade Gómez, se encargan de que los ciudadanos "no consuman agenda europea" y la oposición busca en estas elecciones "un referéndum al Gobierno".
