Los andaluces no están satisfechos con su trabajo y padecen estrés laboral. Así se desprende de la última Encuesta Nacional de Salud, que sitúa a los empleados andaluces, junto a los riojanos, en el nivel más bajo de satisfacción laboral y los cuartos con mayor índice de estrés profesional.
En una escala de 1 a 7, el nivel de satisfacción laboral de los trabajadores andaluces se sitúa en 4,82, por debajo de la media nacional (5,02) y sólo superior, por una centésima, al de los trabajadores de La Rioja. El resto de los españoles se encuentran más satisfechos laboralmente, aunque ninguno dice alcanzar la plena satisfacción.
Si en la media nacional las mujeres están más satisfechas, en Andalucía ocurre lo contrario: están más a gusto con su empleo los trabajadores (un 4,88 de nivel de satisfacción) que las féminas (4,72).
Algo parecido ocurre con el nivel de estrés laboral. La citada encuesta revela que los andaluces están entre los más estresados del país, tan sólo superados por riojanos, catalanas, ceutíes y melillenses. En el extremo contrario se sitúan los navarros. De nuevo en una escala de 1 a 7, la media nacional se sitúa en 4,18. Los trabajadores andaluces sitúan su nivel de estrés en 4,28. Ellas se estresan más y llegan al 4,33 frente al 4,26 de los hombres.
Aunque el nuevo catálogo de enfemerdades profesionales que entró en vigor el año pasado no incluye el estrés laboral, como demandaban los sindicatos, existe jurisprudencia al respecto. Varias sentencias -incluso del Tribunal Supremo- que reconocen el estrés como accidente laboral. Uno de los últimos fallos fue dictado la semana pasada por un juzgado de Jaén, que estimó la denuncia promovida por CCOO por la situación de dos empleadas de la limpieza del Ayuntamiento.
