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Los armarios cerrados de la escuela

Uno de los mandatos de la Ley de Educación insta a las escuelas a abordar la diversidad afectivo-sexual. Aunque, por ahora, la Junta ha acatado con cautela esta norma y, en su lugar, han sido las organizaciones de homosexuales de Sevilla quienes, esta semana, han llevado a los colegios material didáctico de temática gay.

el 15 sep 2009 / 04:53 h.

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Uno de los mandatos de la Ley de Educación insta a las escuelas a abordar la diversidad afectivo-sexual. Aunque, por ahora, la Junta ha acatado con cautela esta norma y, en su lugar, han sido las organizaciones de homosexuales de Sevilla quienes, esta semana, han llevado a los colegios material didáctico de temática gay.

¿Pueden los maestros de Primaria contarle a sus alumnos que no todas las familias son heterosexuales? Hace 18 años que alguien se hizo por primera vez esta pregunta y la respuesta hoy día sigue siendo tan complicada como entonces. En 1989, la escritora norteamericana Lesléa Newman publicó Paula tiene dos mamás, el primer libro infantil que hablaba abiertamente de una familia homoparental. Tuvo que pagar la primera edición de su bolsillo y, aún así, el libro fue boicoteado en las librerías por grupos cristianos que acusaban a su autora de "pervertir la mente de sus hijos". Casi dos décadas después, la asignatura Educación para la Ciudadanía ha despertado la misma aversión en las familias católicas. "Me parece desproporcionada la cantidad de padres que temen que sus hijos, por la simple lectura de un libro donde aparece un personaje gay, sean lesbianas o gays cuando crezcan. Es inútil destacar que la mayoría de gays fueron criados por padres heterosexuales. El miedo es irracional", explica Newman.

Esta semana, un grupo de colegios e institutos de Sevilla ha organizado actividades y lecturas sobre la orientación sexual. La asociación de gays y lesbianas Defrente les ha entregado una montaña de libros recomendados para alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria en los que el protagonista es gay o pertenece a una familia homoparental. Los cuentos abordan eso que la ley llama diversidad afectivo-sexual, y abarca desde los roles de género y los prejuicios sexistas hasta los matrimonios homosexuales.

La Consejería de Educación se ha implicado mucho en los primeros temas, donde reconoce el origen del machismo y la violencia de género, pero se ha quedado a medio camino al tratar de normalizar la homosexualidad en las aulas. "Todavía es un tabú. Si publicásemos libros de Primaria que mencionen la palabra homosexual, muchas asociaciones de padres se nos echarían encima. Esto hay que hacerlo poco a poco", reconocen en la consejería. "La Junta no se pilla los dedos. Nos los tenemos que pillar los profesores", dice Víctor Díez, maestro en el Paulo Orosio y responsable de educación de Defrente.

al margen. Mañana es el Día Internacional contra la Homofobia, pero sólo unos pocos colegios lo tienen señalado en el calendario. Se conmemora que el 17 de mayo de hace 18 años, la Organización Mundial de la Salud suprimió la homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales. Fue una victoria a medias porque ese mismo año la Asociación Americana del Libro incluyó Paula tiene dos mamás en el catálogo de libros prohibidos (en undécimo lugar). En Andalucía, el Día contra la Homofobia no es una fecha señalada en el calendario escolar oficial, no es como el Día contra el Racismo o como el de Andalucía. Al contrario que en esas fechas, las escuelas no reciben hoy propuestas ni material didáctico de la consejería para educar a los niños contra la homofobia.

Y, ¿hasta qué punto esto es necesario? En 2006, la Universidad Autónoma de Madrid elaboró el informe La Homofobia en la Escuela, dirigido por el profesor de Antropología José Ignacio Pichardo. Era la primera vez que se preguntaba a los estudiantes si eran gays y si se habían sentido discriminados por serlo. El 45% de los jóvenes gays reconoció haber sufrido acoso escolar y más del 30% de los alumnos mostró rechazo a los homosexuales. "En las escuelas se habla de la homosexualidad todo el tiempo, pero no en las aulas", explica Pichardo, "si los chavales se pelean, siempre se oye a uno decir ¡maricón! Es el recurso para el que no se atreve a hacer algo, para el que intima con un profesor, el amanerado o el que lleva una camiseta rosa". La homofobia existe en los insultos del recreo, pero le cuesta encontrar hueco en un debate en las aulas.

En Andalucía, hasta la ESO no hay ninguna asignatura que hable explícitamente de la homosexualidad, de los tipos de familia, de los temas, en definitiva, que el TSJA ha eliminado del contenido de Ciudadanía. Se trata de Cambios sociales y de género, una materia que los padres católicos también intentaron paralizar en los tribunales, aunque en este caso los jueces se negaron por tratarse de una optativa. Este año, 9.000 alumnos cursan esta asignatura.

héroes gays. ¿Por qué es tan complicado abordar estos temas en la escuela en un país que ha reformado el Código Civil para extender el derecho de matrimonio a personas del mismo sexo? ¿De qué tratan esos cuentos infantiles? ¿Tanto se arriesga un profesor si los lee en una clase de Primaria?

Berkana fue la primera librería homosexual especializada de España. Abrió hace 15 años y sólo desde hace un par recibe pedidos particulares de maestros que buscan cuentos infantiles con un protagonista gay. "Sería deseable que los gobiernos se implicaran más, pero no depende sólo de ellos. Además los profesores tienen que salir del armario. Muchos no quieren que se les identifique como gays o lesbianas, porque tienen miedo de las asociaciones de padres", dice Mili Hernández, la dueña.

Toda la literatura infantil transmite valores. "El problema aquí es que los valores son otros. Los protagonistas son otros. Y las historias son las mismas", explican en la editorial A Fortiori. Piratas y Quesitos, de A Fortiori, forma parte de la colección "Cuentos en favor de la familia". Ésta es la historia de Miguel y su familia. Sus padres no están casados "porque no creen en el matrimonio". En cambio, su tío es gay y quiere casarse con su novio, Fernando, y tener un hijo. "Una vez le pregunté a mi tío si nunca había tenido una novia. Se rió y me dijo que sí, que había tenido muchas novias y muchos novios", dice Miguel.

Las editoriales que eligen a personajes homosexuales para sus relatos lo hacen pensando que muchos niños crecen sin ver familias como la suya reflejadas en los libros, en la televisión o en el cine (hijos de una pareja de hombres, adoptados, de padres divorciados, con una madrastra...)

Pero no todas siguen esa pauta. La editorial Topka no intenta transmitir valores morales sino hacer libros entretenidos. Mientras un niño con padres gays lucha por integrarse entre sus amigos, algún chico heterosexual, en otro cuento distinto, está peleando con un dragón. "No puede ser que todos los niños que se enfrentan a un conflicto divertido, como matar a un dragón, sean heterosexuales. ¿No es más divertido para un niño de siete años luchar contra un dragón que contra los prejuicios sociales?", se pregunta Lucía Moreno, editora de Topka.

Esta semana se ha oído hablar de la homofobia en un puñado de colegios que han optado por llevarle la contraria a los jueces que prohibieron hablar de "la discriminación por género". La Junta se ha inhibido. ¿Miedo irracional?, como decía la autora de Paula tiene dos mamás. Hasta ahora, el Gobierno de Castilla y León, del PP, es el único que ha comprado libros a una editorial que trata a las familias homoparentales. La editorial Topka les vendió el curso pasado ejemplares de El amor de todos los colores, y la Cope, propiedad de la Conferencia Episcopal, no tardó en pedir al Gobierno que lo prohibiera. Como hace 18 años.

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