En la iglesia de Santa Cruz se descubrió el pasado mes de enero la cripta durante unas excavaciones arqueológicas para restaurar el arco del patio del templo. La cripta ya está desenterrada y vacía para servir de punto de partida de otra prospección: la que buscará la primitiva iglesia mudéjar.
Según los expertos en el tema, la bóveda del mausoleo de Santa Cruz fue construida a finales del siglo XVIII. La norma dictada en la segunda mitad del XIX de prohibir los enterramientos en las iglesias dejó sin uso la cripta, que fue utilizada, en consecuencia, como escombrera.
Lo atestigua el arqueólogo municipal, Sergio García-Dils, responsable de la intervención en Santa Cruz. "No hemos sacado de la cripta ni un resto mínimo de hueso: todo son escombros", puntualiza. La cripta está dividida en dos por un muro en el que todavía se observa el detalle de una abertura superior.
Una de esas dos partes es la que ha sido cuidadosamente limpiada y vaciada para disponer de una caja "perfecta", en opinión del arqueólogo municipal, desde la que iniciar la prospección para buscar la planta de la iglesia mudéjar sobre la que se levantó -aunque no se terminó de construir- la parroquia actual en Écija.
"Es un cubo que ya tenemos hecho y desde el que creemos que sólo tendremos que excavar metro y medio hasta encontrar restos de esa iglesia mudéjar", vaticinó el experto.
La era mudéjar (arte musulmán bajo dominio cristiano) llega desde la segunda mitad del siglo XIII (conquista de Sevilla) al renacimiento (siglo XVI).
Desde el Ayuntamiento de Écija no se quiso hacer público el presupuesto de esta intervención, aunque las obras en Santa Cruz estaban en la lista de las que recibirían fondos del plan de Ciudades Medias, unos 370.000 euros. Pero esta cantidad tampoco fue confirmada desde el gobierno local (PSOE).
De hecho, la intervención prevista era la de restaurar el arco del patio norte de Santa Cruz, el único y deteriorado vestigio a la vista del pasado mudéjar del templo. Nada se habló ni se sabía, cuando se liberaron esos fondos, de la cripta ni de la iglesia mudéjar.
En ese sentido, los trabajos que sacaron a la luz la cripta fueron el comienzo de una intervención de apoyo a la restauración del arco mudéjar de la parroquia, bajo el que surgió la tumba. Se trata de una fase de "diagnóstico", en palabras del arqueólogo municipal.
Éste piensa, no obstante, en una segunda fase de restauración y reconstrucción del arco y de sus elementos cercanos. E incluso en una tercera y última fase de puesta en valor turístico o arqueológico de los vestigios descubiertos.
