Ángel Díaz del Río y un grupo de arquitectos, ayer, contra la nueva ley. / El Correo La fachada del Colegio de Arquitectos de Sevilla en la plaza de San Pedro se ha convertido en una gran mano roja dibujo del prestigioso arquitecto español Emilio Tuñón con el lema No a la LSCP. Por la arquitectura. Por la sociedad. ¿Arquitectura sin arquitectos? Un gran no contra el anteproyecto de Ley de Servicios y Colegios Profesionales, promovido por el Ministerio de Economía y Competitividad, que, según los arquitectos, permite al Gobierno anular la autonomía de los colegios profesionales mediante la intervención unilateral de sus órganos de gobierno y que posibilita que los ingenieros firmen proyectos hasta ahora propios de arquitectos. Mientras que se preparan acciones de protesta en todo el territorio andaluz, ayer el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla organizó una concentración ante su sede para denunciar que no es una norma liberalizadora de la economía, como pretende el Gobierno, «sino un disparate, porque pone en cuestión la seguridad de los consumidores, ya que permite que profesionales que no han recibido la formación adecuada puedan firmar proyectos propios de los arquitectos», denunció el decano, Ángel Díaz del Río. Con el apoyo de la decana del Colegio de Procuradores de Sevilla, Isabel Escartín, el vicesecretario, Javier Diánez, y la tesorera del mismo, Carmen Ruiz-Berdejo, Díaz del Río lamentó que este anteproyecto de Ley «no fija los ámbitos competenciales de los arquitectos, arquitectos técnicos, ingenieros e ingenieros técnicos, como sí hace para otras profesiones, y sin justificación legal alguna, se encomienda a un grupo de trabajo la elaboración de una propuesta sobre la nueva regulación de competencias en el ámbito de la ingeniería y la edificación, sin concretarle las directrices de trabajo ni los objetivos que deben alcanzar». Díaz del Río consideró que los ingenieros no están capacitados para hacer casas, «igual que los arquitectos no se forman para hacer puentes», avivando aún más los conflictos entre arquitectos e ingenieros. Para el decano, los arquitectos son profesionales «independientes», en situación de defender intereses ciudadanos frente a los de las empresas, mientras que los ingenieros suelen ser asalariados de éstas. Díaz del Río consideró además que la ley «pone en cuestión el futuro de los colegios como instituciones encargadas de defender los intereses de los profesionales y de la sociedad ante las empresas». Hoy mismo se celebrará en Granada una asamblea general extraordinaria del Consejo Andaluz de Colegios de Arquitectos con el objetivo de relanzar sus protestas contra la norma. El Consejo Andaluz sostiene que, entre otras medidas, esta ley permitiría que «otros titulados firmasen proyectos de edificación y rehabilitación que hasta ahora solo pueden realizar los arquitectos, como viviendas y colegios». Además, cree que pone en grave peligro el papel de los colegios como garantes de los derechos de profesionales y ciudadanos, ya que permite al Gobierno anular su autonomía interviniendo en sus órganos de gobierno.