El vídeo de seguridad muestra que las dos cuidadoras que acompañaban a los 19 ancianos residentes en el geriátrico trajinaban por la residencia inmediatamente antes del fuego: 28 minutos antes del fogonazo en la tercera planta, la más veterana de las dos monitoras sube al pasillo, enciende la luz, coge algo de un armario lleno de toallas y vuelve a irse, apagando la luz de nuevo.
La grabación deja claro que las mujeres seguían trabajando después de que los ancianos se hubieran acostado. Pero también muestra algo más: tras el fogonazo, el sistema antiincendios no salta de inmediato. Cuando se ve la llamarada salir de la habitación no comienza a caer agua de los aspersores del techo. El sistema se activaría más tarde, cuando los Bomberos y la Policía estaban ya sacando cuerpos del geriátrico, según ratificaron fuentes policiales. El fallo destaca en un centro que contaba con medidas de seguridad como pintura ignífuga o cámaras de seguridad, pero en el que tampoco sonó ninguna alarma.