Es muy probable que en los últimos días haya recibido algún mensaje alertando de lo peligroso que es acercarse estos días a un centro comercial, que es una recomendación de la Policía, que Sevilla es un punto especialmente peligroso por ser la capital de Al Ándalus y que por favor lo difundas a sus contactos. Este es uno de los múltiples bulos que han circulado, y seguirán circulando, desde el atentado del pasado miércoles en París mediante redes sociales. 
Pero no son más que eso, rumores infundados que las fuerzas de seguridad se afanan a diario por desmentir también en redes sociales para que el mensaje llegue. «NO HAGAS CASO a whatsapps o mensajes en RRSS y mails alarmantes d supuestos riesgos... Atiende SOLO a fuentes oficiales y haz tu vida normal», decía la Policía Nacional en su cuenta de Twitter. «#TontosDelBulo creando miedo sin fundamento... Atiende sólo a fuentes oficiales y haz vida normal», aseguraba la Guardia Civil en el mismo sentido.
Pero es tal el nivel de histeria colectiva que se está desatando en los últimos días, que el consejero de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Emilio de Llera, salió al paso de esta situación afirmando que no hay motivos para que los ciudadanos andaluces estén «más preocupados» que los demás por el terrorismo yihadista y solicitó «no alarmar a la gente» con este asunto. Ni en España ni en la región andaluza «hay zonas de especial vulnerabilidad», apostilló el consejero. Tras los atentados de París, lo único que se aplica en la capital hispalense, de verdad, es el protocolo adecuado al nivel 3 dictado por el Ministerio del Interior para toda España, recordaron también fuentes de la Delegación del Gobierno.
¿Y por qué entonces tanto revuelo? El arabista Emilio González Ferrín apunta al «desconocimiento» como el origen del miedo.
«La mayoría de los sevillanos relaciona a los musulmanes con lo que saben de la Historia de España y de Sevilla. Piensan en la Reconquista, en Al Ándalus y lo mezclan con lo que han visto en la televisión y con la visión que ha dado muchas veces EEUU de la comunidad», dice el arabista. «La sevillana es una sociedad que vive de espaldas al Islam». Ciertamente, la realidad arroja unos datos más que tranquilizadores. La musulmana no es una comunidad especialmente grande en la ciudad. Ronda los 7.000 miembros, aunque no hay un censo oficial, una cifra muy baja en comparación con otras grandes ciudades españolas o con otras zonas de Andalucía. Cuentan con siete centros de oración, aún no han conseguido construir una mezquita después de más de 10 años que se iniciara el proyecto de Los Bermejales, la mayoría situados en bajos de edificios o locales comerciales. Durante estos días, aseguran no haber notado más presencia policial, «ni se ha registrado ningún incidente. Ni creemos que se produzca», apunta Ibrahim Hernández, de la fundación Mezquita de Sevilla. «Creo que pensar que pueden ir contra nosotros es sacar las cosas de contexto. Los sevillanos saben diferenciar y son conscientes de que una cosa son los musulmanes y otra muy distinta los terroristas», apunta Hernández, para quien «el Islam es el otro gran perjudicado con todo esto» por las confusiones que hay.
Vehículo sospechoso en Dueñas
La noche del pasado viernes unos vecinos alertaron al ver un coche con matrícula árabe mal aparcado. Resultó ser de unos turistas franceses que estaban de visita en la ciudad. La calle Dueñas estuvo cortada.
