Sevilla acogerá este año en FP 660 alumnos más que en Bachillerato. Una diferencia corta, pero es la primera vez en 20 años que se invierte la tendencia de escolarización. Educación no cree que los cursos preuniversitarios se estén resintiendo, pero admite que cada vez hay más bachilleres y universitarios que se pasan a la FP para encontrar trabajo.
¿Por qué el próximo curso las aulas sevillanas esperan más estudiantes de FP que de Bachillerato? La administración educativa dice que la Formación Profesional al fin ha madurado, y que los jóvenes están comprendiendo el valor de aprender un oficio frente al de estudiar una carrera. La idea de que la FP está alcanzando el "prestigio social" que se le ha negado en las aulas durante 20 años casa bastante con la política educativa de la Junta. En esta legislatura se han potenciado mucho los cursos formativos hasta el punto de que ahora hay más aulas de FP que de Bachillerato. Pero, ¿qué ha pasado con el Bachillerato? ¿Está tan desprestigiado ahora como lo estuvo entonces la FP?
El Bachillerato precede a la enseñanza superior y está diseñado para orientar al alumno hacia una formación universitaria. Dicho de otro modo, sólo hace Bachillerato el que quiere estudiar una carrera y aspira a ostentar una profesión "liberal": médico, abogado, profesor... Según un estudio del Ministerio de Educación, el 80% de los universitarios aspira a ser funcionario. Lo cual tiene mucho que ver con que los jóvenes relacionen la enseñanza universitaria con la seguridad.
Este año, la delegación provincial de Educación de Sevilla ha previsto que se matricularán más estudiantes en FP que en Bachillerato (660 más). En los últimos 20 años, es la primera vez que se invierte la tendencia y la balanza se inclina hacia la Formación Profesional, según fuentes de la consejería.
Este hecho es importante porque asesta un golpe definitivo a un prejuicio enquistado en la enseñanza andaluza: el que dice que la FP es la opción de quienes no quieren estudiar, o no les gusta o no se les da bien. La Consejería de Educación se ha pasado los últimos cuatro años tratando de desempolvarse esa idea.
"Es importante que el alumno siga estudiando después de la ESO pero, si me apura, le diré que es en la FP donde queremos hacer más hincapié en la próxima legislatura", explicó a este periódico el consejero Sebastián Cano. Educación implantará el próximo año 87 nuevos cursos de FP, de los que 25 se abrirán en Sevilla, 15 de grado medio y 10 de superior.
Más trabajo. Para respaldar la FP de esta manera, la administración se escuda en un dato innegable. El 58% de su alumnado encuentra trabajo un año después de terminar, y muchos de ellos en la misma empresa donde han hecho prácticas. Sin embargo, esta realidad abre una nueva incertidumbre acerca de qué está pasando con el Bachillerato porque, más que bien, ese prejuicio de que la FP era para "los malos estudiantes" llevaba pareja otra verdad a medias: que la FP está "robando" alumnos a la universidad porque, frente a ese 58% de inserción laboral, sólo el 11% de los universitarios consigue trabajar tan pronto, según Educación.
El delegado provincial Jaime Mougan reconoció esta semana que los alumnos de FP habían adelantado a los de Bachillerato en Sevilla, pero quiso matizar el dato: "Lo que pasa es que los alumnos de Bachillerato, e incluso de la Universidad, deciden seguir formándose en la FP cuando terminan. Es una tendencia que se ha consolidado este curso", dijo, aunque no aclaró qué porcentaje de alumnos de Bachillerato había pasado a engrosar las listas de FP y si lo habían hecho antes de terminar sus estudios o después.
