Economía

"Los bancos seguían dando créditos a la promoción incluso en años de crisis"

Manuel Estévez Hidalgo es presidente del Grupo Ceres, especializado en construcción y reformas.

el 25 ene 2014 / 23:50 h.

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Se reconoce emprendedor por naturaleza, hasta el punto de que convenció a su padre para que montara su primera empresa a los 57 años después de trabajar toda su vida como empleado. Su inquietud por crear su propio negocio culminó después de completar sus estudios de Arquitectura Técnica y trabajar varios años por cuenta ajena. Manuel Estévez Hidalgo (Sevilla, 1971) ha sabido granjearse con Grupo Ceres la confianza y el reconocimiento de sus clientes poco a poco, en un sector con muy mala fama, el de la construcción y las reformas. PEPO HERRERA PEPO HERRERA Remontémonos a los orígenes. En 1990 empecé a trabajar en una constructora, lo que me dio la oportunidad de contactar con clientes y ganar confianza a nivel técnico y tomar el pulso del sector, pero también de ver una informalidad tremenda. En 1992 me hice autónomo y ya en 1997 cambiamos la forma jurídica y nació Ceres, que se encarga de reformas de interiores en pisos y viviendas unifamiliares y locales comerciales. Mi mayor clientela vino del boca a boca. Cliente al que le hacía una obra, cliente que no perdía y que me recomendaba. ¿Cómo ha logrado sobrevivir a estos años de fuerte ajuste? No he ido buscando una gran facturación sino un crecimiento ordenado. Empecé por reformas en cuartos de baño con presupuestos que podía asumir. Nunca cogí obras de envergadura de las que no pudiera responder. Al cabo de los años, hemos ido creciendo y cogiendo obras de mayor interés técnico y profesional. Ahora hacemos reformas en pisos, viviendas unifamiliares, locales comerciales, centros sanitarios, centros deportivos y hoteles. No hemos caído como otras tantas empresas porque no nos hemos dedicado ni a la promoción ni a la construcción de un gran número de viviendas. ¿Se veía venir el pinchazo o no? Yo lo vi venir con mucha antelación, pero me tenían despistados los bancos que, ya incluso en años de crisis, seguían dando créditos para promover y animaban a profesionales liberales como médicos o abogados a que se metieran en la promoción de viviendas a pequeña escala, aunque exigían que alguien del sector estuviera dentro. Tuve muchas ofertas, pero afortunadamente nunca entré en ninguna. Ese tipo de crecimiento no fue la norma en la mayoría de empresas de este sector... Nuestro crecimiento ha sido muy natural y progresivo. El principal motivo por el que seguimos esta política de ir poco a poco es porque una entrada muy fuerte de volumen sin control en la construcción tiene todas las papeletas de que te lleve al fracaso. Después de 17 años sí conozco este sector bastante bien y hace dos años decidimos abrir delegación en Málaga. ¿Primer paso de la expansión? Málaga ha sido la primera delegación que abrimos fuera de Sevilla porque consideramos su potencial económico y la importancia del sector turístico. Y ha sido todo un acierto. Es un buen momento de expansión para el sector porque la competencia está muerta. Si consigues en momentos de crisis dominar la situación, te posicionas y consigues que te den oportunidades porque ven tu trayectoria y confían en ella. La clave está en dar siempre la cara, no dejar ninguna obra mal ejecutada, saber perder, cumplir en plazos y dar una adecuada posventa. Es muy superior el daño si fallas en alguno de estos aspectos y muy positivo si el cliente queda satisfecho, sobre todo en este sector, que es considerado muy informal y poco profesional. Si lo haces bien, eso te pone las cosas fáciles.  ¿A través de qué fórmula se articula esa oficina? La dedicación a la empresa tiene que ser total, no se puede llevar a distancia, de manera que la oficina de Málaga la he abierto con unos socios. La idea es asociarme con empresarios locales del sector solventes y con experiencia.  ¿Qué objetivos se marca en este sentido para este año? Vamos a abrir esta primavera dos sedes nuevas, en Marbella (Málaga) y Sotogrande (Cádiz) que se van a enfocar a la construcción y reforma de viviendas de lujo de la mano de inversores extranjeros. El mercado nacional cada día tiene menos dinero para invertir, por lo que el capital extranjero es una baza que debe aprovechar el sector de la construcción. ¿Crecimiento vía franquicia? Marbella será la primera oficina que servirá de modelo de franquicia. Entraré en la franquicia con un porcentaje mayoritario en los primeros años, hasta que se consolide el negocio. Para ello, haremos una selección de la solvencia técnica y credibilidad profesional porque no puedo dejar el nombre de la empresa en manos de cualquiera; me marcharé cuando ya esté funcionando. Si se ha decantado por la franquicia, habrá recibido mucho interés por su modelo de negocio... Se me han acercado muchas empresas. De hecho, todo eso surge de mis propios prescriptores (arquitectos, aparejadores...) que están en una situación delicada sin trabajo y ven en este sector una salida y me han planteado aliarse conmigo con la garantía de la marca Ceres. ¿Cuál es el estado de salud que atraviesa el sector de la reforma? La demanda ha bajado notablemente, pero para las empresas saneadas del sector, como quedamos pocas, lo hemos notado muy poco. ¿Y el intrusismo? Es un problema totalmente. Hay mucha gente haciendo reformas sin estar dado de alta y que no cumple medidas de seguridad ni de higiene. La clientela está escarmentada de este tipo de intrusismo. Ahora tienen menos oportunidad de negocio porque las empresas ofrecemos precios a veces incluso más baratos. ¿Cómo es eso posible? Es posible por el volumen de negocio que tenemos, que nos permite unificar las compras y conseguir mejores precios. ¿Tipos de cliente? Trabajamos mucho con la administración, pero no supera nunca un 20 o 30 por ciento de la facturación. Trabajamos con particulares, comunidades de propietarios, arquitectos e inmobiliarias, pues después de la compra de un piso de segunda mano suele haber reforma. ¿Resultados de 2013? Aumentamos un 20 por ciento la facturación, hasta los 3,5 millones, y en ello ha sido fundamental la apertura de Málaga. Sin ella, el resultado global hubiera bajado. Hemos realizado más de un centenar de trabajos en la región, lo que ha supuesto la generación de cerca de 80 empleos entre directos e indirectos.

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